Joseba ITURRIA

José Luis Arrieta trasmite su satisfacción por correr delante de los aficionados vascos en su noveno Tour y su deseo de intentarlo cerca de casa, pero recuerda que más que la motivación influyen las piernas que se tienen y la suerte de coger la escapada buena del día.

¿Cómo ha ido el paso por la primera etapa de los Pirineos?

De salida todo el mundo queríamos ir en escapadas, pero no ha podido ser, se han ido sólo los tres y por detrás se ha ido muy rápido al ritmo del Euskaltel. Íbamos incómodos todo el mundo y cuando llegamos al Peyresourde, cada uno fue a su vagón (la entrevista está realizada antes de la etapa de ayer). Metimos en el primer grupo a Dessel, Valjavec y Efimkin. Era lo que queríamos hacer; es nuestra idea desde que empezamos el Tour. Lo que pasa es que a nivel de resultados no habíamos obtenido los pretendidos y parece que no se ha hecho nada, pero la gente ha estado bien.

¿Cuáles son los objetivos que se marcaba el equipo en el Tour?

Gadret iba a lucha por la montaña, pero se tuvo que ir a casa, y por la general estaban Efimkin, Valjavec y Dessel, con la esperanza de que se recuperara definitivamente de lo que tuvo el año pasado y a ver cómo vamos. Pero la general nuestra no es para ganar, sino para estar entre los diez o quince primeros.

¿Qué tal se ha visto usted, que ya lo intentó el primer día?

Quedan dos semanas y lo intentaremos. Me veo bien, el sábado tuve una pequeña caída, pero sin problemas. El primer día salió así y nos fuimos para adelante. Era imposible llegar, pero por lo menos lo intentamos.

¿Quiere decir mucho que esté en un nuevo Tour en un equipo francés, donde siempre es más difícil entrar?

Este es el noveno Tour, pero estar por estar no sirve para nada. Si estoy es porque me encuentro bien. Me veo bien y ya veremos cómo va la carrera.

¿Cuál va a ser su papel en lo que queda del Tour?

El objetivo de todos los corredores del equipo es entrar en escapadas. Dependiendo de cómo sean las etapas tenemos que entrar todos en las fugas. Porque no tenemos corredores para intentar ganar la prueba, sino para estar entre los diez y los quince en la general y la forma de mejorar puestos es cogiendo escapadas, porque tampoco nuestros líderes son ciclistas que vayan muy bien contrarreloj.

¿Le hubiera gustado tener más protagonismo en las etapas pirenaicas ante su afición?

Sí me hubiera gustado, pero para eso yo no puedo pensar que puedo disputar una etapa con los de delante, sino meterme en escapadas y si hay suerte, coges la buena y tienes un buen día. Ganar es difícil, pero puedes llegar bastante adelante. Ganas siempre tienes, pero es bastante difícil cogerlas porque a todos les interesan estas etapas y es difícil imponerte. Está bien conocer gente al lado de la carretera, siempre te motiva un poco más, pero si marchas, vas tú solo y si vas justo... Pero siempre se agradece el calor de la gente.

Vino con Mancebo y se ha ido él y todos los más cercanos y es importante en su equipo...

Estoy contento aquí y en el equipo también conmigo. Es mi tercer año y pienso que durante el Tour hablaremos. Mi idea es la de continuar si me encuentro como hasta ahora.

¿Qué diferencias ve con los otros ocho Tours disputados?

Ha sido una carrera diferente, pero una vez que se arranca ya es parecido a todos los años. La crono y la llegada en alto clarificaron los primeros días, el Macizo Central fue duro y, a partir de ahí, como todos los Tours. La mayor diferencia es que faltan el prólogo y las bonificaciones. La parte final va a ser dura..., pero como todos los años.