Saunier Duval y CSC demostraron ayer que tienen los equipos más fuertes en montaña en este Tour y eso les permitió formar una escapada en la ascensión final a Hautacam que dio al equipo de Matxin su tercera victoria de etapa en diez días con Leonardo Piepoli, que llegó junto a su compañero Juanjo Cobo a meta. El de Bjarne Riis colocó a Frank Schleck segundo en la general, a un segundo de Evans.

Todo ello en una jornada espectacular en la que la afición vasca fue protagonista al dar colorido a las dos últimas ascensiones. Hace unos años el entonces director del Tour, Jean Marie Leblanc, se mostraba partidario de intentar reducir la afluencia de vascos colocando los Pirineos en días laborables, tampoco ayudan nada los horarios de cierre de los puertos, pero cada año el espectáculo en las cimas pirenaicas lo ponen los aficionados vascos y los ciclistas. Y eso que la carrera no va bien para los nuestros, que tampoco pudieron meterse ayer en la escapada del día. Sólo Astarloza aspira a un buen puesto en la general tras una nueva prueba de pundonor del bravo ciclista pasaitarra y al perder Zubeldia todas sus opciones. También Txurruka lo intentó en el Tourmalet en busca de la escapada del día que formaban Cancellara (CSC), Dupont (Ag2R), Fothen (Gerolsteiner), Freire (Rabobank), Di Gregorio y Roy (La Française) y Duque (Cofidis), a los que no pudo unirse Bichot (Agritubel). Pero ahí empezó el festival del CSC y Saunier, que impidieron a Di Gregorio celebrar a lo grande la fiesta francesa con una victoria.

Voigt seleccionó el pelotón

Y el gran artífice de lo que pasó en el Tourmalet fue Jens Voigt, que impuso un ritmo muy fuerte en toda la subida, que hizo que el pelotón se seleccionara y que cedieran en la dura parte final Valverde, Cunego y Samuel.

Al quedarse Valverde, Pereiro también se descolgó con él para ayudarle y la debilidad de uno de los favoritos sirvió de acicate al CSC, que mandó parar a Cancellara de la fuga y entre él y un impresionante Voigt se encargaron de marcar un fuerte ritmo en el descenso y abrieron diferencias con respecto al grupo de Valverde, Cunego y Samuel.

Cuando el suizo y el alemán acabaron su trabajo, Frank Schleck lanzó desde el mismo inicio de Hautacam un ataque que pagó su hermano Andy, segundo en el pasado Giro, que ayer perdió el maillot blanco y muchas opciones a una buena general. Tras ser atrapado lo intentó Sastre y como fueron a por él, repitió el luxemburgués y por detrás salieron con fuerza Cobo y Piepoli. Riccó había manifestado tras su victoria de la víspera que quería que en Hautacam venciera su compatriota y por ello pensó más en controlar el grupo e impedir el salto de rivales que en exhibirse él. Tampoco tenía el nivel de la víspera, porque cuando atacó Menchov le atrapó con facilidad.

El ruso de Gorraiz y Evans dieron la sensación de ser los más regulares y los más fuertes del grupo, junto a Riccó y Sastre, pero no tienen un buen equipo y eso les llevó a marcarse y les hizo perder tiempo con Cobo y Schleck -Saunier y CSC tienen ya dos bazas para jugar ante ellos- y a no abrir diferencias definitivas con Valverde y Cunego. Sólo al final tiraron lo suficiente para que el australiano lograra el liderato por un segundo ante la debilidad de un Kirchen que ha pagado en los Pirineos sus esfuerzos anteriores.