Mondragón plantea la prejubilación a los 55 años para cooperativas en crisis
La Corporación Mondragón planteará en su próximo Congreso Cooperativo algunos cambios para adaptarse a los tiempos de crisis. Uno de ellos será modificar el mecanismo de reubicaciones de trabajadores de empresas con problemas y otro bajar la edad de prejubilación.
GARA |
El próximo 24 de setiembre la Corporación Mondragón llevará a cabo su congreso cooperativo, en el que se propondrán algunos cambios en el funcionamiento del grupo cooperativo, sobre todo para adaptarse a los tiempos de crisis y ajustes que parecen acercarse.
Según recoge el boletín de Mondragón TU Lankide, una de las ponencias propondrá poner en marcha nuevos mecanismos y criterios ante situaciones de desempleo estructural que puedan presentarse en las cooperativas.
Una de estas fórmulas serán las reubicaciones definitivas. La ponencia parte de la base de que las cooperativas plantean serios problemas para aceptar las reubicaciones definitivas que gestiona Lagun Aro. Así, las cooperativas que deben recibir a los «excedentes» se niegan alegando la cualificación más baja, una edad más elevada y una menor polivalencia.
Por ello, se plantea un mecanismo en el que Lagun Aro deberá realizar una declaración de «desempleo estructural» y se establecerá un porcentaje de un 2% sobre la plantilla de referencia para calcular las reubicaciones definitivas obligatorias para cada cooperativa.
También se utilizarán criterios de proximidad geográfica y afinidad profesional y se establecerá un período temporal de cuatro años sobre el que calcular las reubicaciones realizadas. De esta forma, la reubicación se convierte en un requisito obligado para la cooperativa receptora, mientras la que aporta los trabajadores deberá configurar un grupo equilibrado.
Ahora en 58 años
Pero hay un colectivo con especiales problemas para la reubicación. Se trata de los trabajadores de mayor edad. Por eso, la ponencia plantea ampliar la posibilidad de las prejubilaciones. Actualmente, en la Corporación la edad límite para acceder a ellas son los 58 años y el período máximo para permanecer en esta situación es de cuatro años.
La ponencia reconoce que hay un colectivo entre 50 y 58 años para el que no existen soluciones y que las cooperativas los mantienen en una situación de «subactividad» hasta los 58 años. La propuesta consiste, por un lado, en reubicaciones provisionales hasta la prejubilación y en que los trabajadores puedan prejubilarse a partir de los 55 años y con una duración máxima hasta los 61.
Se trataría de una medida dentro de la situación de «excepcionalidad» de cooperativas en crisis y en «desempleo estructural». Sería así Lagun Aro la encargada de decidir su aplicación y no la cooperativa afectada, sin generalizar la medida. Por ello, mantiene que los 65 años sea la edad ordinaria de jubilación y no descarta que en el futuro se retrase.
El presidente del Congreso Cooperativo, Juan Mari Otaegi, afirma que los mecanismos de solidaridad, como las reubicaciones de trabajadores, están «desengrasados» y necesitan un nuevo impulso.
Otra de las ponencias que se presentarán en el Congreso Cooperativo de Mondragón el próximo mes de setiembre abordará el tema de las cooperativas filiales, aquellas participadas mayoritariamente por otras cooperativas. La cuestión que se aborda en el texto propuesto es si deben participar en el congreso y en los fondos corporativos.
La ponencia plantea que se trata de una fórmula temporal hacia una cooperativa autónoma y propone que sean consideradas miembros de Mondragón, se puedan adherir a Lagun Aro EPSV, accedan a los fondos corporativos y a la reconversión de resultados.
En cambio, señala que no deben ser miembros del Congreso, en la medida en que supondría una doble representación atribuida a las cooperativas socios.
La figura de las cooperativas filiales se viene utilizando para lanzar nuevas actividades, en principio, supeditadas a una cooperativa ya existente.
Tanto esta ponencia como la de desarrollo estructural se encuentra en manos de las cooperativas de Mondragón para su estudio y presentación de enmiendas.
Otaegi destaca que en los años de bonanza económica no han sido muy necesarias las reubicaciones, pero vaticina que, en su actual formato, no van a servir para «hacer frente a los años de mayor dificultad que se nos avecinan»