El ministro turco de Interior, Besir Atalay, dio ayer por «esclarecido en todas sus dimensiones» los dos atentados con bomba que el pasado domingo mataron a 17 personas e hirieron a más de 150. Atalay declaró que se ha detenido a la mayoría de los presuntos organizadores y autores del «acto inhumano de la sangrienta organización separatista terrorista», utilizando la denominación habitual con la que las autoridades turcas se refieren al Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK), pero sin mencionar sus siglas.

Hasta el momento, diez personas han sido arrestadas en el marco de la investigación sobre el atentado del barrio estambulí de Güngören. Dos de ellas han quedado en libertad sin cargos y el resto pasaron a disposición judicial y se les imputó pertenencia a la «organización terrorista PKK».

Cinco paramilitares muertos

En el marco de la lucha que Ankara mantiene contra los independentistas kurdos, el cuerpo paramilitar de los Guardias Rurales perdió ayer a cinco miembros en combates contra militantes del PKK, en la provincia de Sirnak (Kurdistán norte).