Nathalie Ménigon, militante de Acción Directa, abandonó ayer la prisión de Seysses, cerca de Toulouse, tras permanecer 21 años encarcelada en condiciones extremas de aislamiento. Desde julio de 2007 estaba en régimen de semi-libertad que le otorgó la Corte de Apelación de París. Las extremas condiciones a las que ha sido sometida en prisión han minado gravemente su salud. Ménigon padece graves problemas cardiovasculares, ha sufrido dos ataques al corazón, tiene el lado izquierdo paralizado y sufre impedimentos en el habla. Al igual que sus compañeros Jean-Marc Rouillan, Georges Cipriani y Régis Schleicher y el militante comunista libanés Georges Ibrahim Abdallah, Nathalie Ménigon cumplió su periodo de condena mínima en febrero de 2007, por lo que todos deberían haber sido puestos en libertad.