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La caguta degli gei

Ines INTXAUSTI Crítica de televisión

El grueso de la programación televisiva está compuesto por una serie de productos de muy ínfima calidad humana. Están muy bien facturados, producidos y realizados, pero eso nunca es suficiente. Ni en la televisión ni en ningún otro sitio. Por ejemplo; si yo, cuando cualquier día salgo a la calle, lo hago limpia (especialmente en verano-sobaco), correctamente vestida y haciendo uso de una exquisita educación, eso está requetebien. Pero si es para cargarme a tres inmigrantes por la espalda o a una pareja de monjas navarras, pues, que quieren que les diga: eso está, pero que muy, mal. Pues lo mismo ocurre en la televisión.

Ahora les ha dado por ejecutar piezas que ni el más estoico ni peripatético del ágora podría entender. Un ejército de preciosa gente sin cerebro pulula por las pantallas en busca del Santo Trial, perdón Grial. Y otro contrario (sino la guerra sería, una vez más, fría e imposible) haciendo uso de un tópico conocimiento del acervo trivial televisivo participa en concursos estúpidos aparentando una falsa cultura que bebe y mantiene su figura, gracias a la publicidad de productos más estúpidos, si cabe, que algunas de las propuestas concursales.

En estos días extraños, no es de estreñir que las personas que sueñan con salir en televisión obedezcan a un perfil tan rechazable como peligroso. Personajes que causan un influyente e hipnótico efecto en nuestros jóvenes arengan desde el podio de la efímera fama, para que sus hijos (soy nulípara añosa, desgraciadamente) sueñen a su vez en ocupar sus sillones televisivos, una vez los juguetes se hayan definitivamente roto. Así que, ya lo saben: si no hubiese esta basura televisiva hubiere otra. Ahora entiendo mucho mejor a Ricardo Ricco. Después de pillar un buen pedal de dopping, se arrepiente de haber sido un mal ejemplo en su país para los niños, futuros ciclistas. Ojalá, los adolescentes que veo cada día sueñen con ser ciclistas, aunque se metan de todo menos monja. Desgraciadamente sueñan con tener una talla 60-20-60. Ellas y ellos...

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