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Lazkano y Sánchez-Verdú, protagonistas del arranque de la Quincena Musical

La jornada inaugural de la Quincena de Donostia, que copará los rincones de la ciudad durante todo el día, ofrece un total de quince propuestas entre conciertos, recitales líricos y corales, espectáculos de danza y también algo de música popular. Pero las citas principales de hoy son con la nueva creación el «Capricho Sarasate», con coreografía de Juan Kruz Díaz de Garaio, y con los dos estrenos absolutos de Ramón Lazkano y José María Sánchez-Verdú.

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Mikel CHAMIZO | DONOSTIA

El donostiarra Ramón Lazkano y el gaditano José María Sánchez-Verdú son dos de los protagonistas destacados de la jornada inaugural de la Quincena, al ser los creadores de los dos estrenos absolutos que se podrán escuchar hoy: «Wintersonnenwende-2», de Lazkano, a las 12.30 en la Sala Club del Victoria Eugenia, y «Arquitecturas de espejos», de Sánchez-Verdú, a las 20.00 en el Museo Chillida-Leku. Aunque muy distintas en estilo, técnica y estéticamente, ambas obras comparten una inquietud común: la investigación sobre los límites del sonido y los umbrales auditivos del oído humano.

Iñaki Alberdi, que forma dúo de acordeones con Iñigo Azpiolea para la interpretación de «Arquitecturas de espejos», afirma que el trabajo junto a Sánchez-Verdú para la preparación de la obra supuso «todo un descubrimiento de nuestro propio instrumento. Llevo veinte años tocando el acordeón y ya pensaba que lo conocía a la perfección, pero con esta obra hemos tenido que trabajar sutiles combinaciones de sonido, aire y ruido que nunca había probado anteriormente».

La pieza, gracias a este tipo de experimentación, se mueve constantemente en los extremos de lo audible: «Es una obra curiosa por cómo se trata en ella los extremos -explica Alberdi-. Las pocas veces que un pasaje es fuerte es realmente fuerte, pero, cuando es piano, es ultra-pianísimo, de manera que a veces no sabes si lo que estás tocando se llega a escuchar o si lo que estoy oyendo en determinado momento lo estoy tocando yo mismo o el otro acordeonista».

Una búsqueda en torno al silencio bastante habitual en la obra del gaditano José María Sánchez-Verdú, especialmente en su ciclo llamado «Arquitecturas», al que pertenece «Arquitecturas de espejos» y en la que, como su propio nombre indica, juegan también un importante papel las simetrías y los reflejos sonoros que pueden producir dos acordeones enfrentados el uno al otro. Pero el público no debe asustarse ante la posibilidad de una obra experimental y difícil de escuchar, porque se trata, según Alberdi, de «una música que, al margen del lenguaje, tiene un contenido que comunicar. Es mucho más que un experimento.»

Unas horas antes, el violonchelista Razvan Suma y el pianista Iosu Okiñena estrenarán «Wintersonnenwende-2», de Lazkano, una obra que el dúo encargó hace tiempo al donostiarra, pero que finalmente no fue compuesta hasta hace poco, en un momento en que «entraba de lleno en mis preocupaciones actuales -explica Lazkano-, sobre el lugar de la experimentación y la especulación del sonido como origen y materia de la energía compositiva».

Como casi todas sus últimas obras de cámara, «Wintersonnenwende-2» está inspirada por la actitud experimental que Jorge Oteiza trabajó en su Laboratorio de Tizas, que es también el nombre que ha adoptado Lazkano para su colección de piezas. El ciclo de «Wintersonnenwende» (solsticio de invierno) utiliza cuerdas y teclados. La primera pieza, un trío de cuerdas y celesta, fue estrenada en Viena por el Ensemble Wiener Collage y fue bautizada así por la razón, «tan banal como apasionante», según Lazkano, de que se trataba de un encargo para un concierto de Navidad. «Wintersonnenwende-2» tiene tres movimientos y es de gran dificultad, aunque, como aclara el compositor, no se trata de «una dificultad habitual y estereotipada, sino que resulta de la complejidad de la combinación y distribución de los modos de producción del sonido y de la trama métrica que diseña las frases». El resultado de tal esfuerzo es una música «a la vez secreta y espectacular, sumamente frágil, pero luminosa y danzante, como corresponde a la celebración del final de la reducción de la luz diurna».

INQUIETUD COMÚN

Aunque muy distintas en estilo, técnica y estética, las obras del donostiarra y el gaditano comparten una inquietud común por explorar en torno a los límites del sonido y los umbrales del oído humano.

FRÁGIL Y LUMINOSA

El compositor donostiarra Ramón Lazkano define la música de la pieza que estrenará hoy como «secreta y, al mismo tiempo, espectacular; sumamente frágil y, a la vez, luminosa y danzante».

Tomar el sol escuchando música

Algunos de los rincones más bellos de Donostia se convertirán hoy en escenarios para la música. La primera cita al aire libre será en el Boulevard a las 13.00 horas, donde el grupo de danza Kresala bailará la coreografía «Euskal suite dantza lore sorta», actuación que repetirá a las 20.00 en el Peine del Viento. A las 17.30, los jardines de la sede del Coro Easo acogerán una fiesta musical dirigida a los más pequeños y protagonizada además por niños, los que forman los coros Araoz Txiki y Easo Txiki. El recuerdo al artista oriotarra Jorge Oteiza, en el centenario de su nacimiento, estará también presente en la jornada inaugural de la Quincena a través de los dos conciertos que tendrán lugar junto a sus esculturas. El primero estará protagonizado por Maialen Lujanbio y Judith Montero, quienes ofrecerán una original fusión de bertsolarismo y música de saxo en el espectáculo «Ornitorrinkus», que tendrá lugar a las 18.00 horas en la iglesia de San Vicente, a los pies de «La Piedad» de Oteiza y Anda. El segundo, a las 20.00 horas, será en el Paseo Nuevo, donde Juan Mari Beltrán y su grupo interpretarán «Orhiko Xoria» frente a «Eraikuntza hutsa».

Mikel CHAMIZO

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