Ahmadineyad asegura que no cederá «un ápice» en sus derechos nucleares
El presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, dio este fin de semana el último «no» a la oferta de las potencias occidentales para que el régimen de Teherán renuncie a sus ambiciones nucleares. Agotado el plazo dado, Irán reiteró que no renunciará a sus derechos.
GARA |
«La nación iraní no cederá ni un ápice en sus derechos nucleares», declaró Mahmud Ahmadinejad, presidente de Irán, el sábado al reunirse con su homó- logo sirio, Bachar al-Assad, en su visita a Teherán.
En una reunión con el negociador nuclear iraní, Said Jalili, en Ginebra el 19 de julio, los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad y Alemania (5+1) dieron al régimen de Teherán un plazo de dos semanas para responder a su última oferta para que renuncie a su programa nuclear.
Esa oferta contenía medidas de cooperación económica y política a cambio de la suspensión de las actividades de enriquecimiento de uranio por parte iraní. También preveía un período de seis semanas durante las cuales Irán se comprometería a no instalar más centrifugadoras para el enriquecimiento de uranio y las grandes potencias se abstendrían de imponerle nuevas sanciones.
Sin embargo, no es seguro que Teherán responda oficialmente a la oferta occidental. Las últimas declaraciones de los diferentes responsables iraníes no dejan lugar a muchas dudas sobre su posición. El guía supremo iraní, el ayatolah Ali Jamenei, declaró el miércoles que «si nosotros damos un paso atrás, las arrogantes potencias darán otro hacia delante».
Por su parte, el negociador Jalili, según un informe sobre la misma publicado por el periódico francés «Le Monde» este fin de semana, respondió «no» al jefe de la diplomacia de la Unión Europea, Javier Solana, cuando le preguntó si Irán aceptaría ese periodo de seis semanas sin progresos en su programa y sin sanciones occidentales.
Los países occidentales temen que el programa nuclear iraní esconda fines militares, lo que siempre ha negado Teherán, que ha recalcado su carácter civil.
A menos que Irán acepte la oferta de las grandes potencias occidentales se expone a nuevas sanciones, que se añadirían a los tres paquetes de medidas ya adoptadas por el Consejo de Seguridad de la ONU.