Las autoridades israelíes devolvieron ayer a Gaza a varias decenas de los 188 palestinos leales a al-Fatah a los que la víspera permitió entrar en su territorio cuando huían de los enfrentamientos interpalestinos.

Los seguidores del presidente de la Autoridad Palestina (ANP), Mahmud Abbas, cruzaron a Israel huyendo de una redada de Hamas contra el clan Hilles, al que acusan de esconder a los sospechosos de haber cometido los atentados que el 25 de julio costaron la vida a cinco milicianos del movimiento de la resistencia islámico y una niña.

Los 188 seguidores de al-Fatah, la mayoría hombres y unos pocos niños, consiguieron escapar del cerco establecido por Hamas en torno al barrio gazatí de Shuja'iyya y se refugiaron en una base militar israelí donde fueron desnudados, maniatados y se les vendaron los ojos.

Abbas contactó con el ministro israelí de Defensa, Ehud Barak, para que permitiera su entrada en Israel para ser trasla- dados a Ramalah, aunque finalmente ninguno llegó a Cisjordania, y también a petición del presidente de la ANP ayer comenzaron a ser devueltos a Gaza tras haber recibido garantías sobre su seguridad.

Treinta de ellos, todos miembros del clan Helis, fueron inmediatamente detenidos por las fuerzas de seguridad de Hamas al cruzar de vuelta la frontera para ser interrogados.

«Todos los que no estén relacionados con actos que afecten a la seguridad serán inmediatamente puestos en libertad y devueltos a sus familias y sus casas», indicó Sami Abu Zuhri, portavoz de Hamas, tras hacer un llamamiento a los escapados para que regresen.

«Los que recurrieron a la ocupación sionista no deberían haberlo hecho. Éste es su hogar. No deberían haberlo abandonado», dijo Abu Zuhri.

Aseguró que las fuerzas policiales de Hamas están «recibiendo a los que regresan y tratándolos bien» e insistió en que la operación no iba dirigida contra la familia Hilles, sino contra «personas que violaron la ley y utilizaron al clan para que les diese refugio»

Un portavoz del Ministerio israelí de Defensa señaló que todos los palestinos que el sábado cruzaron la frontera serán devueltos a Gaza, aunque una veintena de heridos va a recibir primero atención en Israel.

Once muertos

La ciudad de Gaza amaneció ayer tranquila tras la violenta jornada de la víspera, en las que fuerzas de seguridad de Hamas y milicianos de las Brigadas Ezzedin al-Qassam se enfrentaron con los hombres del clan Hilles durante casi todo el día. Como consecuencia de los combates fallecieron ocho miembros del clan, dos policías de Hamas y un transeúnte, y más de cien personas resultaron heridas. Se practicaron cincuenta arrestos, entre los que figura el de Zaki al-Sakani, a quien Hamas imputa el atentado en la playa que mató a cinco milicianos y una niña.

El barrio de Shuja'iyya seguía ayer clausurado por las fuerzas de Hamas, que practicaron registros casa por casa en busca de armas.