Desde el pasado martes, 29 de julio, por iniciativa de la formación que ostenta la Alcaldía en Durango, el PNV, el Consistorio cuenta con un tercer mástil en el que se ondea la bandera española. La izquierda abertzale ha criticado con dureza el proceder del partido jeltzale y lo ha acusado de llevar a cabo una operación planificada de antemano.

De entrada, la izquierda abertzale atiende a cómo se ha desarrollado la operación para colocar la rojigualda en Durango. Recuerda que la alcaldesa jeltzale, Aitziber Idigoras, informó al resto de formaciones sólo con un día antelación sobre la imposición de la enseña el martes pasado. Además, critica que para el lunes por la noche en todos los domicilios ya había sido buzoneado un escrito «lleno de excusas baratas» para justificar la colocación.

«Por consiguiente, tenían las cosas más que planificadas», censura la izquierda abertzale que, además, recuerda que la operación ha sido realizada cuando la mayoría de los convecinos se encuentran fuera del municipio, casi en agosto y en vísperas de un puente vacacional.

La circunstancia de que el PNV se haya visto forzado a buzonear un pasquín informativo en torno a la colocación de la enseña española hace pensar a la izquierda abertzale que la formación jeltzale ha actuado «con miedo a la actitud que puede predominar en el pueblo», en alusión a la negativa mayoritaria a aceptar que la bandera española luzca en la casa consistorial de Durango.

Símbolo de la imposición

En los escritos buzoneados, según critica la fuerza independentista, el PNV justifica además la colocación de la enseña como un acto «en el camino de la paz».

Al respecto, la izquierda abertzale denuncia que si el objetivo de los jeltzales sería ése, «de ninguna de las maneras colocarían la bandera española en el Ayuntamiento si estuvieran haciéndolo por el bien de Durango».

Es más, los independentistas entienden que de esta forma lo que verdaderamente está realizando la formación jeltzale es «proteger la estrategia de guerra que el Estado español lleva a cabo contra Euskal Herria», toda vez que cita que la bandera española simboliza la imposición, la partición territorial y la negación del derecho a decidir.