«Hoy hemos cogido el camino de la desobediencia civil para que la lucha contra el Tren de Alta Velocidad continúe fuerte», afirman los activistas contrarios a este proyecto en el comunicado que procedieron a leer ayer por la tarde tras la masiva protesta que llevaron a cabo en el centro de Donostia.

Al menos diez personas fueron detenidas por la Ertzaintza acusadas de haber participado en la acción que a partir de las 18.00 paralizó el centro de la capital guipuzcoana durante cerca de tres horas mediante la colocación de bidones de cemento en la calzada a los que varias personas se encadenaron. Otras dos se encaramaron al techo de un autobús de línea.

Coincidiendo con el final de la acampada contra el TAV que se ha desarrollado en Zaldibia durante estos días, una kalejira contraria al proyecto ferroviario partió sobre las 18.00 desde el centro de Donostia. Según informaron a GARA los participantes, cientos de personas secundaron la protesta, que fijó su escenario en el cruce de la calle Urbieta con la Avenida de la Libertad, junto a la playa de La Concha. En ese instante, seis personas se encadenaron a varios bidones de cemento que ocuparon las dos calzadas de la Avenida de la Libertad, mientras que otras dos se encaramaron al techo de un autobús de línea desplegando una pancarta con la leyenda «Txikizioa gelditu!».

Tres horas

Varias dotaciones de bomberos y hasta doce patrullas de la Ertzaintza se personaron inmediatamente en el lugar, pero el colapso circulatorio que ocasionó la protesta se prolongó durante casi tres horas.

Las dos personas que se subieron al autobús fueron las primeras en ser detenidas, seguidas por un tercero que optó por desnudarse como método de protesta. Desde AHT Gelditu! denunciaron la actitud violenta de la Policía autonómica y le acusaron de pegar porrazos a algunas de las decenas y decenas de personas que se solidarizaron con la acción.

Sobre las 21.00, los seis encadenados también fueron detenidos, acusados de un delito de «desórdenes públicos».