El acuerdo alcanzado entre Sinn Féin y el DUP para el establecimiento de un nuevo Ministerio de Justicia podría desbloquear la transferencia del Poder Judicial y del control de la Policía norirlandesa del Parlamento de Londres a la Asamblea de Stormont, en Belfast.

El pacto entre los dos partidos mayoritarios norirlandeses establece la creación de un ministerio único con responsabilidad en ambas áreas, que sería encabezado por un político de una tercera formación, ya que tanto republicanos como unionistas reconocen que ninguna de sus comunidades confiaría en un político opositor para tal cargo. Lo que todavía queda por decidir es una fecha para que la transferencia se haga efectiva.

El secretario de Estado, Jeffrey Donaldson, señaló en este sentido que «no se ha tomado una decisión sobre el calendario para la descentralización de los poderes. Además, aún quedan otras cuestiones por resolver, entre ellas, la financiación».

La devolución del control sobre la Administración de Justicia y la Policía al Ejecutivo de Belfast ha sido uno de los objetivos republicanos desde la firma del Acuerdo de San Andrés, el 13 de octubre de 2006, en el que DUP y Sinn Féin se comprometieron a formar parte de un gobierno multipartito.

Para ello, Sinn Féin aceptó unirse a instituciones como el Consejo Policial y a apoyar el papel de la Policía norirlandesa a cambio de que se produjera la transferencia del control policial y de la justicia norirlandesa del Gobierno de Londres a la Asamblea de Stormont para el 8 de mayo de este año.

Una espinosa cuestión

La negativa del DUP a aprobar esta transferencia fue una de las causas de una mini crisis en el seno del Ejecutivo norirlandés a finales de mayo, cuando Sinn Féin amenazó con no nominar a Martin McGuinness como viceprimer ministro cuando Peter Robinson sustituyó a Ian Paisley a la cabeza del Gobierno.

En su momento, las dificultades se solventaron cuando, tras varias reuniones del DUP y Sinn Féin con el primer ministro británico, Gordon Brown, y entre sus delegaciones, el unionista Robinson aceptó el inicio de negociaciones sobre este tema.

Ahora, dos meses después de la renovación del Ejecutivo de Belfast, DUP y Sinn Féin han enviado una carta al Comité Ejecutivo de Revisión de la Asamblea reafirmando sus áreas de acuerdo. En conclusión, Robinson y McGuinness han acordado la creación de un ministerio único con responsabilidades en el área de Justicia y Seguridad, y que el ministro sea elegido por la Asamblea sobre la base del apoyo mayoritario de los representantes de ambas comunidades -necesitará el apoyo de la mayoría de los votos unionistas y nacionalistas- para así garantizar el apoyo de todo el espectro político norirlandés.

Sinn Féin y DUP han confirmado que no presentarán candidatos para el puesto, ya que consideran que la presencia de representantes nacionalistas o unionistas en este cargo sería controvertida.

Por ello, se rumorea que ambos partidos podrían negociar con el Partido de la Alianza -que no se alinea ni con unionistas ni nacionalistas- para que presente un candidato.

No obstante, el líder de este partido, David Ford, ya ha adelantado que no tienen intención de aceptar este cargo.

«Deberían de habernos consultado antes de hacer este anuncio que nos involucra», criticó tras difundirse el acuerdo. «Creo que tienen la idea de que pueden confiar en que corramos al rescate, pero no deberían esperar algo así cuando no nos han hablado de este tema en los últimos dieciséis meses».

Ford aprovechó la oportunidad para lanzar duras críticas contra el Ejecutivo de Belfast, que calificó de «incoherente e incompetente». Afirmó también que su partido «no jugará ningún papel en eso».

La firma de este acuerdo es el acto más significativo desde que Robinson sucediera en el cargo al reverendo Paisley.