Jakue Pascual Sociólogo
Tibias cruzadas
La carta de navegación señala la ruta alternativa hacia una República Festiva. Abordatzera! En la contienda marítima pasada participaron un millar de piratas
La fragata se cierra en jarreta e intenta la botatierra. Vira intrépido el corsario y corta la maniobra. Babor contra babor, verga con verga. Truena andanada. La metralla barre el puente. Los proyectiles hacen trizas las jarcias y sajan el juanete, haciendo jirones las velas. La cubierta pinta en rojo... Una bruma de pólvora envuelve la silueta enemiga y los arpeos la atraen impenitentes. Bergantín pirata. Pabellón negro. ¡Al abordaje!
Euskal Herria, foco corsario. Donostia y Hondarribia hegemónicas en este sector empresarial y mercantil hasta que toman el relevo Baiona y Donibane Lohizune, donde se eligen los capitanes por votación popular. El corso no es un fin en sí mismo -advierte Azpiazu-, instituye leyes en el mar. Comerciantes-corsarios, un negocio lucrativo que trueca patentes en cementerios y artilla naves con culebrina y cañones. Pedro de Larraondo, pirata del siglo XIV. El donostiarra Albistur ataca bacaladeros. Patentes de corso francesas en 1528, 15.000 francos de fianza. A la vuelta de Ternua naves de Iparralde interceptan un cargamento de saín atesorado por guipuzcoanos; éstos montan en cólera y arrasan Lapurdi para cobrarse la afrenta. Haristague de Somian y d'Ansogarlo obtienen el perdón por sus depredaciones. Para los españoles, los belicosos corsarios de Donibane Lohitzune son tratados con excesiva consideración por el monarca gabacho, llegando a capturar los piratas de esta localidad 125 buques en 1692. Disciplina. Fidelidad sobre pan, vino y sal. El josemaritarra Kanpanario se salta las normas. Las demandas de restitución no oídas pasan al corso a Suhigaraychipy. Michel le Basque ejecuta desde la Tortuga certeros asaltos contra Maracaibo. Utrech clausura los caladeros de Terranova para los pescadores vascos y el corso los compensa. En 1757 Baiona y Donibane Lohitzune arman una cincuentena de corsarios como el Aigle, el Bayonnaise, el Victoire, el Hasard o el Vengeance, comandados por capitanes como D'Albarade, Destibertcheto, Iriart, Pellot o Duler. Garat del Tilsit y Lafitte en The Pride, los últimos corsarios.
Anarkherria: ikurriña pirata. Punk separatista y corsario a la caza de espacios liberados. Una Zona Temporalmente Autónoma que aprende de utopías piratas, de su red de información global, del capitán Mission y su Libertaria, enfrentándose a un poder que clausura el mapa del tesoro. Un cyberpunk que instaura repúblicas piratas en la red y despliega intercambios desinteresados, constituyendo enclaves, comunidades virtuales, como islas regidas por artículos.
Las conversaciones serias en la Taberna de la Luna consensúan lo obvio del hastío que impregna la Aste Nagusia donostiarra y ponen rumbo a Barataria. La carta de navegación señala la ruta alternativa hacia una República Festiva. Abordatzera! En la contienda marítima pasada participaron un millar de piratas. En esta edición cuentan con actos potentes y animan a botar el 11 de agosto en la bahía donostiarra todo tipo de pinazas, chalupas y bergantines alrededor de la Ezkila, su capitana. Echad el ancla desde la branka. La calavera ondea en el mástil del Ayuntamiento. Todo es posible en la Donostia pirata. «Jaiki, jaiki etxekoak. Itsasotik aditzen da zilarrezko tronpeta». Osasuna eta ondo pasa.