La terrorífica comedia de animación «Igor», que relata las aventuras de un jorobado bondadoso que quiere convertirse en un científico maligno, se está terminando en estos días en París para llegar a las pantallas estadounidenses el mes que viene y a las españolas en noviembre.

El director Tony Leonidis estaba buscando un guión para una película de animación que no fuera de animales hasta que llegó Chris Mckenna, ex guionista de la serie de animación «American Dad» (de los creadores de «Family Guy») con una idea sobre monstruos, laboratorios y científicos malvados e invitó a Leonidis a concebir «Igor».

Inspirada en las películas de terror de los años cuarenta, la cinta es una comedia de animación que mezcla la estética de la Edad Media, la época de la Revolución Industrial y la década de los sesenta, para diferenciarse de las superproducciones de Disney o Pixart.

La historia transcurre en el imaginario reino de Malaria, un territorio oscuro, cubierto de nubes, humo y polución que recuerda a un cocktail entre el palacio francés de Versailles y Las Vegas, en Estados Unidos, señaló el director artístico del filme, Olivier Besson.

Películas de los años cuarenta

La inspiración del director partió de las películas de terror en blanco y negro de la década de los cuarenta, de los cuadros del artista flamenco Rembrandt, de las fotografías de Gyula Halász Brassaï y del trabajo de la directora de color de Disney, Mary Blair, responsable de cintas como «Alicia en el país de las maravillas o «Peter Pan».

«En la película no existen simetrías, líneas paralelas o repeticiones. Todo es diferente», comentó Besson, muy satisfecho de que le hayan permitido vestir a personajes con trajes inspirados en Jean Paul Gautier y que, en ocasiones, dan lugar a propuestas que emulan la estética combinada de los cantantes estadounidenses Elton John y Marilyn Manson.

La producción de «Igor», mítico ayudante del clásico Doctor Frankestein que en la cinta se llama Dr. Glickenstein, se ha levado a cabo en el Estado francés, en EEUU, en Inglaterra, Vietnan, Tailandia y Bulgaria, entre otros paises, por la productora Exodus Films Group, que ultima los arreglos de sonido en París.