Lakua y Aralar le dicen al TC que la consulta no pretende ningún cambio de marco
PNV, EA, EB y Aralar presentaron ayer al Tribunal Constitucional sus alegaciones en favor de la consulta. Para intentar convencerle, argumentan que «sólo sirve para orientar» y que no busca un cambio de marco.
GARA |
La filosofía con la que el tripartito y Aralar acuden a los tribunales españoles la dejó clara el presidente del PNV, Iñigo Urkullu, en declaraciones posteriores a los medios, ante el Tribunal Constitucional. Dijo que sus alegaciones están hechas «desde la serenidad y la normalidad absoluta, sin dejarnos arrastrar por la provocación que supone» el recurso del PSOE y el del PP, casi idénticos. «No sabemos si buscan la confrontación institucional y social, pero no nos van a encontrar», añadió Urkullu.
En consecuencia con esta línea de discurso, las alegaciones del tripartito se basan en tratar de tranquilizar al máximo tribunal español. Le hacen ver que la consulta «no tiene consecuencias« dado que sus resultados «no operarían dentro de ningún procedimiento» para tomar decisiones. Inciden en que la votación no supone «un mandamiento» para modificar el estatus jurídico de Euskadi, aunque hable de habilitar a los par- tidos vascos para busquen un nuevo acuerdo político.
Los cuatro presidentes
Para explicarse ante el TC acudieron a Madrid los cuatro máximos dirigentes de las formaciones firmantes. Junto a Urku- llu estuvieron por tanto Unai Ziarreta, de EA; Javier Madrazo, de EB; y Patxi Zabaleta, de Aralar. Todos hablaron ante los medios, con diferentes matices. Así, Ziarreta prefirió incidir en que vetar la consulta es negar «la esencia de la democracia», y que con ello «se nos impide no sólo decidir, sino opinar».
Por parte de Ezker Batua, Madrazo remarcó que el recurso del Gobierno español «es una gran mentira orquestada», dado que «quienes han negociado con ETA y Batasuna no quieren que ahora se vote sobre el fin de la violencia de la banda y que las fuerzas democráticas decidan sobre el futuro». Dijo haber perdido toda la confianza en José Luis Rodríguez Zapatero.
Patxi Zabaleta, de Aralar, llegó a calificar la consulta de «intento de paz» y, al contrario que Madrazo, se declaró esperanzado en que el Tribunal Constitucional pueda dar el sí a la Ley de Consulta «en todo o en parte».
Lakua y Madrid siguen manteniendo una curiosa pugna por la fecha en que se debe resolver este recurso. Tras la insistencia de la parte vascongada en reclamar que la solución llegue antes del 15 de setiembre -cuestión por la que afirma apostar también el Gobierno español-, la Abogacía del Estado ha argumentado en su respuesta que si no fuera así bastaría con posponer la fecha prevista del 25 de octubre.
El escrito de los Servicios Jurídicos del Estado, de doce páginas de extensión, responde a las alegaciones del Gobierno de Gasteiz contra la suspensión de la consulta. En el litigio abierto en torno a la fecha, esgrime que si el Tribunal Constitucional da la razón a Lakua la consulta podría celebrarse en fechas posteriores sin mayores problemas. Pero, en cambio, «si se levantara la suspensión de la ley recurrida y una vez celebrada la consulta se estimara luego este recurso, el daño a los intereses generales del Estado sería irreversible, puesto que la consulta se habría celebrado eliminando o desvirtuando la competencia exclusiva» del Estado y «lesionando el capital interés de preservar la soberanía del pueblo español».