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«La orquesta y el director no son dos, sino todo un equipo»

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Amagoia Loroño

Directora de la Orquesta Sinfónica de Acordeones de Bilbao

La relación de Amagoia Loroño con la música le viene desde bien pequeña. Relevó a su padre, Josu Loroño, en la dirección de la Orquesta Sinfónica de Acordeones de Bilbao en el 2000, pero la relación con la Orquesta le viene de mucho antes, desde que con ocho años entró a formar parte de ella.

Rebeka CALVO | BILBO

Desde los cinco años en el mundo de la música y desde los ocho en la Orquesta Sinfónica de Acordeones de Bilbao, en la que desde hace ocho años, además, es la directora. Amagoia Loroño ha vivido «en un ambiente musical desde siempre». Su padre, Josu Loroño, se enamoró del acordeón en 1948, en cuanto conoció «todas posibilidades que tiene este instrumento» y desde entonces ha inculcado este amor por la música y el acordeón en quienes le rodean, haciendo de este instrumento el integrante exclusivo de una orquesta, algo bastante inusual.

La Orquesta Sinfónica de Acordeones de Bilbao cumple este año su 45 cumpleaños, la fundó su padre, Josu Loroño, pero usted también ha vivido de cerca todo este proceso, ¿cómo a ido evolucionando la Orquesta?

Empezamos con ocho componentes, que no es como llevar a cabo un repertorio para treinta (que te permite que evoluciones, investigues, te abras a otras músicas....). Mi padre empezó a arreglar tanto música popular como sinfónica y, después, también se atrevió con muchas obras clásicas. Gracias a todos los alumnos, buenos alumnos, hemos ido creciendo, lo que nos ha permitido trabajar con otro tipo de músicas.

Se refiere a los alumnos de Loroño Mikaltegia, creada también por su padre.

Somos una Orquesta muy especial, ya que todos los miembros salen de nuestra propia escuela, Loroño Musikaltegia. Contamos con un ambiente muy agradable, porque nos conocemos todos. LLevamos juntos muchísimos años. Tenemos muchos lazos emocionales, de compañerismo, y nos conocemos todos muy bien. Tanto es así que me entienden tan sólo con una mirada.

Son como una gran familia.

Así es. La Orquesta cuenta con unos treinta componentes y en lo que es la base contamos con gente que está con nosotros desde hace más de veinticinco años. Somos una Orquesta muy consolidada y veterana, lo que facilita mucho el trabajo.

¿Cómo valora estos 45 años?

La valoración que hago, por supuesto, es que han sido unos 45 años maravillosos. Después de tanto tiempo seguimos con la misma ilusión, lo importante para nosotros siempre ha sido, y es, el público. Lo que buscamos en cada actuación es que el público disfrute. Lo intentamos hacer lo mejor posible.

¿Cómo van a celebrar este aniversario?

Empezaremos el curso en setiembre con mucha ilusión y trabajo, porque el 20 de octubre tenemos el concierto de aniversario de la Orquesta en el Teatro Arriaga de Bilbo. Va a ser un espectáculo diferente, emocionante y que contará con el factor sorpresa. Será una especie de repaso, de cómo empezó la Orquesta y lo que es hoy. Pero no podemos adelantar nada más.

Es una de las pocas mujeres que llevan la batuta en una formación de estas características y asegura que es el resultado de un proceso natural, ¿a qué se refiere?

Es que es así, algo muy natural. No es que me moleste que me lo digan, pero de la misma manera que soy yo quien dirige la orquesta, podía haber sido mi hermano Asier, que lleva en la Orquesta la friolera de más de 40 años. Asier, además, es parte fundamental de la Orquesta, es el soporte. Es fundamental, pero no sólo a nivel musical, sino también a nivel organizativo. Él prefirió seguir con la música; tocándola, interpretándola... Y decidimos que yo seguiría con la dirección, pero no por una cuestión de sexo, ni mucho menos. Ha sido un proceso totalmente natural, porque yo he vivido la música desde pequeña, desde los cinco años que ya empecé a meterme en este mundo.

¿Cuáles son las cualidades indispensables para dirigir una orquesta?

Se necesita disciplina, conocer muy bien lo que tienes delante, es decir, conocer las obras muy bien. Todas las obras del repertorio de la Orquesta las arreglo yo y antes lo hacía mi padre. Es algo que facilita mucho mi trabajo, porque tengo ya todas las obras en la cabeza; conoces todas las entrañas de la música. También se necesita paciencia y mucho entusiasmo, y por supuesto, transmitir esa ilusión a todos los que tenemos delante. La orquesta y el director no son dos, sino todo un equipo. Yo lo concibo así, como un barco que sale del puerto y que tiene que llegar a otro puerto en armonía. Pero no es tan difícil si lo has vivido desde siempre.

¿Nunca ha pensado en cambiar los papeles con su hermano y dedicarse sólo a la interpretación?

Lo he pensado muchas veces, porque esto no acaba nunca, siempre estás empezando. Es una profesión en la que cada vez que tienes que elegir, arreglar, armonizar y dar vida a una obra tienes la sensación de volver a empezar. Pero, por otra parte, es algo que hago desde siempre, es mi vida. De todas maneras si no llego a ser la hija de Josu Loroño seguro que estaría haciendo otra cosa. Ha surgido así, he nacido en esta familia, me ha gustado el acordeón y, aunque hay momentos de tensión, me gusta y lo llevo dentro. Estoy encantada.

Su padre es el alma de la Orquesta Sinfónica de Acordeones de Bilbao.

Mi padre se enamoró de la acordeón. Él, en realidad, cuenta con toda una formación musical, es pianista. Pero en el año 1948 le regalaron un acordeón y decidió empezar a trabajar con él, puesto que le vio muchas posibilidades. En realidad, se enamoró de todas las posibilidades que ofrece este instrumento.

¿Qué le aporta el acordeón?

Todo, es mi vida, todos mis momentos emocionales. Pero más que al acordeón me refiero a la música, porque el concepto que tengo del acordeón no es el de un simple instrumento, sino el de la música. Nosotros sentimos la música a través del acordeón.

Tiende a relacionarse al acordeón con la música popular, aunque en la Orquesta han dejado más que claro que con este instrumento se pueden tocar todos los palos, ¿le molesta esta afirmación?

No demasiado. No es el único instrumento con este problema. Hay otros muchos que se siguen utilizando simplemente como instrumentos de folklore. No es algo malo, todo lo contrario, nosotros estamos encantados de seguir tocando jotas y biribilketas, porque son nuestras raíces y nuestro folklore. De hecho la Orquesta tiene todo tipo de repertorio vasco popular. Una casa no quita a la otra, es perfectamente compatible. El problema lo tienen los que ponen una etiqueta a un instrumento. Con un instrumento se puede hacer todo tipo de cosas, la clave radica en la gracia con que se toque el ritmo que sea.

 
ORQUESTA

«Empezamos con tan sólo ocho componentes y ahora somos unos treinta gracias a los buenos alumnos con los que hemos ido creciendo»

ESCUELA

«Somos una Orquesta muy especial, ya que todos los miembros salen de nuestra propia escuela de música, Loroño Musikaltegia»

JOSU LOROÑO

«Mi padre se enamoró del acordeón en cuanto le regalaron uno en 1948. En realidad, se enamoró de todas las posibilidades que ofrece este instrumento»

MÚSICA

«El acordeón es mi vida. Pero más que al acordeón me refiero a la música, puesto que nosotros sentimos la música a través de este instrumento»

Ficha

Intérpretes: Conductus Ensemble y All'Inglese Ensemble. Lugar y fecha: Convento de Santa Teresa, Donostia. 09.08.08.

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