Como hiciera hace un par de años su entonces presidenta, María San Gil, dirigentes del PP denunciaron ayer haber sido insultados al acudir al mercado anual de San Lorenzo, en Getxo. Lo hizo público esta vez la concejal getxotarra Marisa Arrué, que aseguró que «es una demostración más de la falta de libertad que tenemos en nuestro país. Te llaman torturadora y la tortura es aguantar a esta gente», argumentó. Censuró además a la Ertzaintza y a la Policía Municipal, de quienes dijo que «ni han aparecido».