Sin tener completo conocimiento del alcance de la lesión, a Croacia le puede haber salido muy cara la victoria sobre España (31-29) en el partido que inauguraba la competición olímpica en lo que a balonmano se refiere. Corría el minuto 23 cuando la estrella del combinado balcánico, Ivano Balic, tuvo que retirarse al parecer por un tirón en su gemelo derecho.

No es la primera vez que el considerado mejor jugador del mundo debe lidiar con sus problemas físicos en una gran cita. Sin ir más lejos, en el último Campeonato del Mundo disputado el año pasado en Alemania ya llegó muy mermado y su escuadra lo acusó sensiblemente.

Y es que el central croata no ha tenido precisamente un camino de rosas en lo que a lesiones se refiere en los últimos tiempos en el club que ahora le ha visto marchar hacia la competición de su país. Y es que Balic ha protagonizado un sinfín de dolencias consecutivas en el Portland San Antonio lo que, unido a la añoranza hacia su familia, evitaron que rindiera acorde a la calidad que atesora.

Ahora, los Juegos pueden quedarse sin uno de sus artistas del parqué, ya que si tuviera una rotura fibrilar no le quedaría margen para recuperarse. No sólo el espectáculo se resentiría, sino también las prestaciones de una Croacia dispuesta a defender su entorchado olímpico de hace cuatro años.

Duvnjak, digno sustituto

En cualquier caso, la repercusión de la retirada a vestuarios de Balic no fue inmediata. Domagoj Duvnjak sustituyó con garantías a la estrella croata, de quien se supone será suplente, debido a que ambos coincidirán la próxima temporada en el Croatia Zagreb. El joven central -apenas 20 años- dirigió con maestría a sus compañeros en los tramos más complicados del choque, especialmente en los últimos diez minutos, e incluso aportó en ataque tres goles de bella factura. La incógnita está en saber si este prometedor jugador mantendrá su nivel cuando llegue la hora de la verdad.

Aparte de los dos primeros puntos de los de Lino Cervar, la mayor sorpresa de la primera jornada fue el empate que arrancó Egipto sobre Dinamarca, no sólo por el punto en sí, sino porque los africanos fueron quienes llevaron el mando en el electrónico durante prácticamente todo el encuentro.

Ese resultado y la derrota de Rusia frente a Islandia hacen que los enfrentamientos futuros se antojen apasionantes en un grupo, el B, que se presenta francamente igualado. De momento, vikingos y germanos ya le han cogido la delantera al resto. Los teutones tuvieron que pelear lo suyo para doblegar a Corea del Sur, pero los actuales campeones mundiales acabaron imponiéndose.

Mientras tanto, en el grupo A, la goleada de Polonia sobre China sitúa a los subcampeones del mundo al liderato. Los de Bogdan Wenta no tuvieron piedad sobre los anfitriones quienes, junto a Brasil, se perfilan como los conjuntos más débiles. Los cariocas cayeron ante Francia por un claro 34-26. Karabatic, con sus cinco goles, y Gille, con uno menos, no dieron opción a los sudamericanos, entre los que destacó Ertel.