Serán 22 las judocas que se disputen mañana el oro en la categoría de menos de 70 kilos. Entre ellas se encuentra la vizcaina. El sorteo ha deparado que en primera ronda su rival sea la joven brasileña Mayra Silva (17 años), que fue novena en el Mundial de Río de Janeiro 2007, cita en la que Iglesias cayó en cuartos. Si vence, en segunda ronda luchará con la francesa de origen camerunés Gevrise Emane Ekpwa, vigente campeona del mundo.

Esta será su primera participación en unos Juegos Olímpicos. ¿Espera algo muy diferente, o no es más que una competición?

En principio debería ir con la misma motivación que llevo cuando voy a unos campeonatos, pero está claro que unos JJOO son muy diferentes. La verdad que los JJOO son un gran evento, y es lo máximo, por lo que espero que no me pueda la presión. En el Mundial pasado ya me pasó que era mi primera vez, y me entró mucha presión. Pero bueno, ya he cogido más experiencia, por lo que iré mejor que aquella vez. Aparte hay que tener en cuenta que es la primera vez que voy y que no sé si iré más veces, por lo que hay que ir con ganas.

El judo goza de una muy buena salud en Euskal Herria, pero todavía no consigue un gran respaldo mediático. ¿Por qué?

Es muy complicado. Para empezar el judo es un deporte difícil de entender, es difícil de verlo. El espectador a veces se puede aburrir porque los campeonatos pueden ser largos. Lo que pasa es que no tenemos un respaldo muy mediático. Aunque se ha intentado apoyarlo un poco más, la verdad es que sucede como con más deportes. Pero en principio la gente tampoco tenía por qué entender el fútbol; y ahora lo entiende. Así que está claro que si apareciera más en la televisión y en los medios la gente se interesaría más y lo entendería mejor.

¿Qué es lo que más destacaría del judo?

Todo depende de la categoría, pero para el judo vale cualquier persona. Puedes compensar la fuerza con la cabeza o la táctica con la velocidad. Pero sobre todo la clave está en la constancia; en entrenar todos los días. La actitud. Eso es lo que te hace una buena competidora. La preparación y los entrenamientos son muy importantes, pero la actitud está por encima de todo.

¿Cómo empezó?

Éramos tres hermanos; y yo soy la del medio de dos chicos. Estábamos todo el día pegándonos. En aquellos tiempos no existía el judo como ahora en los colegios, pero el judo llegó de mano de Tatsumi. Entonces mi madre decidió meternos a los hermanos en el judo para que llegáramos más calmaditos a casa; cosa que no consiguió. Y nada, después yo quise cambiarme a ballet, pero mis aptitudes no valían para el ballet, así que me quedé en el judo.

¿Quiénes son sus rivales más fuertes?

En cada peso es diferente, pero en mi peso está la japonesa, la americana, la francesa, la italiana o la coreana. Ésas son en principio las más fuertes. Hay algunas rivales con las que he coincidido, pero también hay gente con la que aún no he competido, porque en el sorteo no te ha tocado enfrentarte a esa persona. Pero más o menos tengo controladas a casi todas. Tú tienes que entrenar, pero sin descuidar a la rival. Estudiar bien al competidor es muy importante, porque hay rivales a las que se les puede hacer una cosa, y rivales a las que es mejor hacerles otras cosas.

¿Qué sería un éxito?

El éxito, siendo objetivos, es pelear por un bronce. En principio yo no soy medallista, por lo que poder optar al bronce ya sería un éxito. Yo todavía no tengo resultados, salvo el europeo de este año, como para pensar que voy de favorita. Por lo que poder disputar el bronce sería para mi ya un éxito. Pero lo más importante es que yo lo dé todo, y que dé mucha guerra. Hay países, como Japón o Francia en los que hay un apoyo muy superior al de aquí, por lo que suficiente es poder estar arriba y peleando.