Como dice Tzvetan Todorov: «Germaine Tillion ha testimoniado, con su existencia, que se puede resistir al Mal, sin considerarse a uno mismo como la encarnación del Bien».

¿Quién nos defiende de todos esos atropellos que se cometen diariamente en nuestro territorio? ¿Quién nos defiende de la Administración que se supone tendría que ser árbitro en esta cuestión, pero que toma partido de una forma increíble y bochornosamente parcial?

Berdin da Iruñea zaharrean ala Salamancan egon, gauza bera deskribatuko dute, modu berean, pareko bi hiri bailiran