El capitán Ezkila y sus piratas anclan la fiesta más popular en la Bahía de Donostia
El Concurso Internacional de Fuegos Artificiales de Donostia es, sin duda alguna, una de las citas marcadas en rojo en el calendario de la pirotecnia mundial y en el de decenas de miles de enamorados a este milenario arte del fuego. Tras 45 ediciones, se ha convertido en referente para la industria del ramo, que no repara en gastos para exhibir en el escaparate de la Concha sus últimas y más avanzadas creaciones. Un lujo de color y sonido.
Aunque parezca contradictorio, el helado aporta calorías. Benditas calorías para las noches de agosto en Donostia. Los artesanos de este producto han logrado congelar los sabores y olores más sorprendentes para que, a lametones, se deshagan en paladares rendidos a la gula.
Dos párrafos brindados a la vista, el oído, el olfato y el gusto en la maqueada Aste Nagusia de Odón. Falta el tacto. Porque tocar, la fiesta no se toca, no se siente, si no es de la mano del capitán Ezkila y sus fieros piratas, que ayer abordaron la bahía de La Concha para desembarcar en la arena la verdadera fiesta popular y participativa, la que convierte una ciudad de postal en bandera negra de diversión sin arquetipos ni obediencias. Edozer dugu posible Donostia piratan!