Andreas Staier clausura el Ciclo de Música Antigua de la Quincena
El músico alemán Andreas Staier, uno de los intérpretes de teclados más destacados de la actualidad, clausura esta tarde en el convento de Santa Teresa el Ciclo de Música Antigua de la Quincena Musical, con un programa que pretende revelar los contrastes y similitudes que se esconden tras las músicas de dos de los grandes genios de la música para teclado del siglo XVIII, J.S. Bach y Domenico Scarlatti. Será, además, la primera actuación de Staier en Donostia.
Mikel CHAMIZO | DONOSTIA
Esta tarde se clausura el Ciclo de Música Antigua de la Quincena Musical de Donostia con un concierto muy especial, que estará protagonizado por uno de los mejores intérpretes de tecla de la actualidad, el alemán Andreas Staier.
Aunque toca prácticamente cualquiera de los instrumentos de teclado, entre ellos el piano, el órgano y extraños instrumentos experimentales como el vis-à-vis, Andreas Staier es conocido sobre todo por su consu- mada maestría como intérprete de clavecín y de fortepiano, el antepasado directo del piano.
En el concierto de esta tarde se sentará ante el clave para revelar, por medio de un programa cuidadosamente pensado, las divergencias y similitudes de dos de los más grandes compositores para este instrumento: Juan Sebastián Bach y Domenico Scarlatti.
Scarlatti, revolucionario
«Bach es muy consciente de la tradición -explica Staier- y en su música se refleja toda la tradición del órgano y el clave del siglo XVII. En contraste, la música de Scarlatti fue revolucionaria ya en su momento».
Domenico Scarlatti es el autor de uno de los mayores corpus de sonatas para clave, un ciclo que alcanza las quinientas cincuenta y cinco piezas, de gran originalidad y heterogeneidad. Curiosamente, empezó escribiendo música vocal por influencia de su padre, Alessandro Scarlatti, muy conocido en Roma y Nápoles por sus óperas y oratorios. Pero, según Staier, «Domenico, en determinado momento, se dio cuenta de que eso no era lo que quería hacer. Cambió radicalmente de vida, se alejó de Italia, centro neurálgico de la música por aquel entonces, y se fue a vivir a Portugal y después a España. Allí desarrolló un estilo clavecinístico extremadamente original, en el que se fusionan sus orígenes italianos con la música folklórica de la Península Ibérica». Todo lo contrario que Juan Sebastián Bach, quien siempre buscó la estabilidad profesional y personal y trabajó desarrollando hasta su máxima expresión la música polifónica alemana, de la que se sentía heredero.
Pero, aunque ambos compositores sean tan diferentes en su carácter y en su música, para Andreas Staier «presentan también una serie de similitudes muy grandes. La más importante es la libertad y la fantasía que se toman ambos en algunos momentos de su carrera. En las primeras tocatas de Bach, por ejemplo, es un elemento importante la improvisación, que también está presente en las sonatas de Scarlatti».
Un programa muy pensado
A Staier le parecía interesante demostrar tanto el contraste entre las músicas de ambos genios como los elementos comunes. Por eso ha elegido, por una parte, un programa con obras tempranas de Bach, de entre 1700 y 1710, entre las que destaca una serie de variaciones compuestas cuando contaba dieciséis años, variaciones caracterizadas por una gran espontaneidad. Por otra, ha optado por obras tardías de Domenico Scarlatti, de los últimos años de su vida, en torno a 1740, de una originalidad extrema, pues, para Andreas Staier, Scarlatti «se liberó a sí mismo a través de la influencia de la música folk de la Península Ibérica».
Aunque las piezas de Bach y Scarlatti requieren de dos instrumentos muy distintos, Staier ha elegido para el concierto de esta tarde un clave alemán de dos teclados. Quizá no sea la mejor opción para interpretar las obras de Domenico Scarlatti, pero es imprescindible para abordar los intrincados contrapuntos de Juan Sebastián Bach.
Andreas Staier comenzó, «como todo el mundo», tocando el piano moderno. Luego le picó la curiosidad por el órgano, pero no le seducía la idea de tocar «dependiendo del sermón de un cura al que probablemente no le interesaba lo más mínimo la música». No fue hasta que se topó con el clavecín que Staier descubrió su verdadera vocación, aunque no sabe si él eligio al clave o «el clave me eligió a mí». Lo que le seduce del instrumento es, ante todo, su repertorio. Al alemán le interesa la música que «no sólo me haga mover los dedos, sino que también me haga darle a la cabeza». Las músicas de Bach y Scarlatti se prestan muy bien a este ejercicio, pero Staier no reniega de otros repertorios. En su último proyecto discográfico está abordando las músicas que compuso Schumann al final de su vida, cuando ya estaba completamente loco y confinado en un hospital psiquiátrico. «Me atraen estas músicas -explica Staier-, porque no sé si considerarlas sencillamente locuras o verdaderas genialidades».
La música de Bach es reflejo de toda la tradición. La de Scarlatti, en cambio, fue absolutamente revolucionaria. Y, sin embargo, entre una y otra, existen también claras similitudes.
Intérprete: Andreas Staier.
Programa: Obras de Juan Sebastián Bach y Domenico Scarlatti.
Fecha: Hoy, 12 de agosto.
Lugar: Convento de Santa Teresa, Donostia.
Hora: 18.00 horas.