El velero «Diosa Maat», en el que miembros de Ecologistas en Acción están navegando por el Cantábrico denunciando el maltrato que sufre el litoral costero y las playas a causa del desmesurado crecimiento urbanístico y la especulación, no pudo realizar ayer la travesía programada entre Bilbo y Bakio, a causa del mal tiempo y las malas condiciones de navegación; tampoco pudo colocar la bandera negra en la playa de esta localidad. Será hoy cuando el velero zarpe de la capital vizcaina, con rumbo a Mutriku.

A pesar de ello, los participantes de esta iniciativa sí denunciaron los puntos negros existentes en la costa vizcaina, y también señalaron algunos casos del maltrato que sufre el litoral a manos del ser humano.

Así, entre los ejemplos citados se encuentra el de Andra Mari, en Getxo, donde se ha paralizado el proyecto de construir 8.300 viviendas en suelo rural muy próximo a la costa, pero en el que «sigue vigente el interés municipal y la presión urbanizadora». Cerca de allí, mencionaron la situación de la playa de Muriolas y Barrikabaso, en Barrika, con un proyecto para construir casi un centenar de chalés junto al mar, otro plan de relleno de la playa para plantar txakoli y vertidos de materiales.

Chalés a veinte metros

El informe de los ecologistas también recoge la intención de construir chalés adosados a apenas veinte metros de la playa, así como una escollera a cinco metros de la ría de Plentzia. Una escollera que no tenía permiso del Gobierno de Lakua, y con una orden de paralización, pero que fue legalizada por Lakua una vez terminada.

Proyectos urbanísticos como el de Bakio, con 1.900 viviendas programadas muy cerca del biotopo de Gaztelugatxe, y un campo de golf; el de Kanala y Sukarrieta, en plena reserva del Urdaibai; y el de la marisma de Aieri, en Ondarroa, donde proyectan construir quinientas viviendas, también se denuncian en el informe de Ecologistas en Acción, que retoma hoy su travesía por el litoral vasco.