Trece personas murieron ayer en un atentado contra un autocar militar en Peshawar, en el noroeste de Pakistán, donde el Ejército combate a insurgentes islamistas cerca de la frontera con Afganistán.

Este nuevo atentado se produce en plena crisis política en este país, ya que la coalición gubernamental anunció el pasado jueves que comenzará el proceso para destituir al presidente Pervez Musharraf.

La deflagración se produjo al paso de un autobús del Ejército del Aire por un puente en la periferia de Peshawar. Dos coches particulares resultaron también destrozados.

«Trece cadáveres y quince personas heridas han sido traslados al principal hospital de la ciudad», declaró el policía Khan Abbas.

«Un artefacto explosivo improvisado fue colocado debajo del puente y detonado a distancia», indicó Malik Naveed Khan, responsable de la Policía de la Provincia del Frontera Noroeste, cuya capital es Peshawar. La bomba estaba compuesta por 35 kilos de explosivos y un detonador.

El atentado no fue reivindicado, pero las autoridades lo relacionaron con los combates que se han desencadenado desde el pasado 6 de agosto entre el Ejército e insurgentes islamistas cercanos a los talibán y a Al-Qaeda en las zonas tribales fronterizas con Afganistán.

El Gobierno ha afirmado que ha matado a más de 150 islamistas en una semana en el distrito tribal de Bajaur. Un tercio de ellos habría perdido la vida desde el pasado lunes.

En el contexto de estos combates, seis civiles paquistaníes murieron como consecuencia de bombardeos que el Ejército llevó a cabo en operaciones contra los islamistas.

Estas muertes se produjeron también en el distrito de Bajaur. Cinco de ellos fallecieron cuando helicópteros del Ejército paquistaní bombardearon posiciones que supuestamente ocupaban insurgentes en Takht, una aldea situada a diez kilómetros de Khar, la principal ciudad del distrito de Bajaur.

Asimismo, un niño de once años murió y su hermana de seis resultó herida en enfrentamientos registrados en la ciudad de Sevai, en el mismo área. Más de una decena de casas resultaron destruidas.

Muerto de Al Qaeda

Según la versión del Gobierno paquistaní, su Ejército mató a un combatiente árabe de Al Qaeda en un ataque aéreo en las zonas tribales. Según los servicios de información paquistaníes, se trataría del egipcio Abu Said al-Masri, pero este dato no fue confirmado por fuentes oficiales de Islamabad. Este nombre, además, no corresponde a ningún militante en busca y captura por su pertenencia a la red que dirige Osama Bin Laden.

Fuentes oficiales paquistaníes señalaron que están investigando si el fallecido es Mustafá Abu al-Yazid, un comandante egipcio de Al Qaeda que actúa en Afganistán.

Un portavoz talibán de Pakistán desmintió que al-Yazid hubiera fallecido.