El Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) ha decidido suspender a Iban Mayo por el positivo por EPO durante el Tour del año pasado y cuyo caso fue archivado por la Federación Española de Ciclismo, pues según este organismo se produjo una confusión en el análisis de la muestra B. La Unión Ciclista Internacional (UCI) apeló el sobreseimiento del caso y ahora el TAS le ha dado la razón y ha descalificado al ciclista de la anterior edición del Tour y le ha impuesto una suspensión de dos años que comienza a contar desde el pasado 31 de julio de 2007. La información fue divulgada a primera hora de la tarde de ayer por el diario francés L'Equipe en su edición digital.

Teniendo en cuenta que esta última resolución es firme y no permite más recursos, se puede decir que el «culebrón Mayo» se acaba definitivamente. Hay que recordar que, tras el positivo del ciclista de Igorre en la ronda gala, el primer contraanálisis no arrojó un resultado concluyente y, por ello, la Federación Española archivó el caso. Pero la UCI se negó a aceptar ese resultado y decidió realizar nuevos análisis en diferentes laboratorios. Iban Mayo entendía que esos nuevos contraanálisis contravenían el reglamento de la UCI, pero al final la organización con sede en Lausana ha decidido suspenderle por dos años.

Según el TAS, realizar nuevos contraanálisis en caso de duda «es conforme a la letra y al espíritu del reglamento antidopaje de la UCI y también de los estándares internacionales aplicables a los laboratorios». Además, el tribunal ha constituido que «los análisis encargador por la UCI a los laboratorios franceses de Chatenay-Malabry aportan la prueba indiscutible de la presencia de EPO reconvinante en la orina de Iban Mayo».

Un duro golpe para el gran ciclista vizcaino que siempre ha defendido su inocencia y ha confiado en que la resolución final del TAS fuera favorable a sus intereses.