ATLETISMO Cuarta jornada
Isinbayeva, única en su especie
La saltadora de pértiga rusa se apunta su segundo título olímpico en el primer salto y alarga la jornada para elevarse hasta los 5,05 metros, firmando el tercer récord del mundo en Beijing. Kenia vive su día grande cumpliendo pronósticos en 3.000 obstáculos y 800.
Miren SÁENZ | DONOSTIA
Yelena Isinbayeva, la única mujer capacitada para ganar un concurso de pértiga con el primer salto, tuvo que esperar a que la mayoría de sus homónimas concluyeran para entrar en escena. Después fue ella la que hizo esperar al público. Pero eso no es novedad, ocurre siempre. Con su típica visera blanca calada hasta las orejas, tumbada sobre la pista y ocultándose al estadio esperó durmiendo a que las otras se despidieran para entrar en acción. Su compatriota Feofanova, su antecesora como reina de la disciplina hace una eternidad, se había adjudicado el bronce con 4,75 metros.
Jennifer Stuczynski, la misma que con esa fanfarronería tan yanqui aseguró este verano después de elevarse hasta los 4,92 metros su intención de «patear el culo de las rusas», tuvo que comerse sus palabras. Y es que la estadounidense atrapó la plata con 4,80 y la rusa se estrenó con 4,85 a la primera. Sonrisa al público, beso y oro asegurado.
La zarina, consciente de que está para mucho más y que el escenario lo merecía, pidió 4,95. Necesitó tres saltos, los mismos que invirtió en elevarse sobre 5,05 tras un par de cambios técnicos y una inmersión bajo el edredón. El ritual no falla.
90.000 personas fueron testigos de un momento mágico, que no vivirán en el esperado choque de 110 vallas frustrado por la lesión del ídolo local Liu Xiangs. Tras dos años de sequía, Isinbayeva sacó brillo a su tesoro por tercera vez en lo que va de verano, mientras Petrov disfrutaba en la grada. El que fuera mentor de Bubka, cuyo legado continúa intacto, dice que la primera y única mujer que ha superado la barrera de los cinco metros puede llegar a elevarse entre 5,15 y 5,20. Y ella cree todo lo que le dice su entrenador.
Isinbayeva -que abandonó a Profimov, el hombre que convirtió a una gimnasta demasiado alta en la mejor pertiguista de la historia- buscaba ampliar sus márgenes.
Cambió Volvogrado por Mónaco, se entrena entre el Principado, Formia y Donetsk, la ciudad de Bubka y cuando las cosas le salen es puro espectáculo. Míster Centímetro batió 35 veces el récord masculino, Isinbayeva, 24. Superar esta marca es uno de los pocos retos que le quedan a la rusa porque con 26 años lo ha ganado todo.
Coincidiendo con el concurso de pértiga, la pista hervía con las carreras. Kenia no tuvo sorpresas desagradables en su día grande. Doblete en el 800 femenino y oro y bronce en los obstáculos. Y es que la de Pamela Jelimo, como la de Isinbayeva, era una medalla cantada. La diferencia es que la rusa lleva siete años omnipresente, mientras la keniata es una recién llegada. Irrumpió en abril porque su entrenador descubrió sus cualidades para el medio fondo y enseguida se convirtió en la máxima referencia.
Con 18 años, es la primera campeona olímpica keniata de la disciplina. Sus 1:54.87 constituyen además de récord mundial junior la quinta mejor marca de la historia. La amenaza a la plusmarca más vieja, en poder de la checoslovaca Kratochvilova (1:53.28) desde hace 25 años, va tomando forma. Con la rusa Soboleva cazada por dopaje, la esperanza está en Jelimo. María Mutola fue quinta en su temporada de despedida. La mozambiqueña, curtida en los 800 desde que era una cría, participó en sus quintos Juegos con 35. De Atlanta'96 se llevó un bronce, de Sydney'2000 el oro y de Atenas'04 la medalla de chocolate. Al menos, la Locomotora de Maputo fue capaz de firmar su mejor registro del año para irse contenta. Poco antes Brimin Kipruto, campeón mundial, ganó el oro en los 3.000 obstáculos, territorio keniata. Con los etíopes levantándoles las medallas del fondo, elevan su autoestima en esta especialidad inspirada en las carreras ecuestres.
Llevan siete ediciones de los Juegos apropiándose del título, incluso han firmado tripletes y sus atletas, pese a cambiar de pasaporte y camiseta, siguen dejándose ver en la ría y en las vallas. Mekhissi, un gigante francés de origen argelino obtuvo la plata, pero el bronce también fue para Kenia.
Año Competición Puesto Altura
Marca Competición Fecha
Con casi 30 años Angelo Taylor encabezó el triplete de Estados Unidos en 400 metros vallas. Ocho años después de Sydney, el vallista de Georgia, que no se quita las gafas ni para correr, repitió sensaciones.
«No ha sido el mejor salto de mi vida, pero con 8,34 bastó para ganar la medalla de oro, así que fue un buen salto. Un Mundial de fútbol se gana por 1-0 y de penalti. Esto es casi lo mismo», se justificaba Irving Saladino, el nuevo campeón olímpico de longitud. Y es que se esperaba mas de un concurso discreto pese a la presencia en el foso de este hombre que en Hengelo, el pasado mes de junio, llegó a saltar 8,73, una marca que no se producía desde hace 14 años. El propietario de la séptima mejor marca de la historia se complicó la clasificación con dos nulos pero al final obtuvo su recompensa. El primer atleta panameño que obtiene un oro en unos Juegos es toda una estrella en su país en donde con anterioridad ya había sido condecorado.