El segundo largometraje en la dirección de la guionista Ángeles González-Sinde sigue la tónica social a la que dio inicio con su primer trabajo «La suerte dormida», película que partía de un hecho tan cotidiano, por desgracia, como lo es un accidente laboral. Si en aquella ocasión colaboró con la escritora Belén Gopegui basándose en un caso real, en esta ha adaptado una novela de Elvira Lindo, conocida por su estilo costumbrista de ambiente urbano.

Al parecer se inspiró en un par de barrenderas a las que oía conversar cerca de su casa, hablando de sus cosas para intentar hacer más llevadera la dura jornada de trabajo. La estrecha relación de estas dos mujeres es representada en la ficción de sustrato realista por las actrices Malena Alterio y Esperanza Pedreño, la segunda conocida por su llamativa caracterización en la serie de televisión «Camera Café». En la película su papel es el de la humilde y fiel compañera, que se desvive por su colega sin esperar nada a cambio. Como tercero en discordia aparece Antonio de la Torre.