Verano griego del 69
«Uranya»
Comedia nostálgica que evoca la Grecia de la época del gobierno de los coroneles, a través de la historia de iniciación de un grupo de muchachos que viven unas anécdotas muy fellinianas.
M. INSAUSTI | DONOSTIA
Rara vez una película griega llega a estrenarse en nuestras pantallas comerciales, al margen del cine de autor representado por el patriarca Theo Angelopoulos. Pero «Uranya» es una de esas películas que se ha convertido en todo un fenómeno en su país, despertando la curiosidad fuera de sus fronteras. Es una obra muy mediterránea, realizada en coproducción con Italia, que aporta a su actriz Maria Grazia Cucinotta, la cual en «Uranya» emula a las grandes «magiorattas» del cinema italiano clásico. Su presencia estelar da una clara pista sobre el estilo felliniano que el realizador Costas Kapakas ha querido recrear en todo momento, teniendo como principal referencia el mundo de entrañables recuerdos de infancia y juventud evocados en «Amarcord». Es posible que la película se hubiera estrenado de todas formas, pero da la sensación de que el éxito veraniego de «Mamma Mia», localizada en las islas griegas, ha tenido bastante que ver.
Los protagonistas de «Uranya» son un grupo de chavales que van a todas partes en sus bicicletas, por lo que la película toma la dinámica de una historia de iniciación en toda regla. La acción se desarrolla en el caluroso verano de 1.969, cuando los chicos se debaten entre dos aspiraciones, para las cuales no cuentan con suficientes recursos económicos.
Desean hacerse con un televisor para ver la llegada del hombre a la luna, pero también quieren conocer el sexo en compañía de la profesional cuyo nombre figura en el título. Esta visión nostálgica refleja una época en la que la imaginación compensaba la falta de libertad, con Grecia bajo el gobierno de los coroneles.