El presidente del PNV, Iñigo Urkullu, no parecía ayer tan optimista como el lehendakari, que asegura estar convencido de que el Tribunal Constitucional no vetará la consulta, y opinó que este órgano judicial es un «tribunal de parte y politizado». Después de la negativa del Tribunal Constitucional a admitir como parte a las formaciones que componen el tripartito de Lakua, -PNV, EA y EB-, y a Aralar, aseguró que sus sospechas sobre por dónde va a venir la sentencia no son «favorables».

Ante un posible fallo contrario a la Ley de Consulta, Urkullu afirmó que su formación mantendrá una «actitud sensata y absolutamente responsable». Una actitud que como destacó, pasa por respetar la decisión que tome el tribunal español. Justificó su postura, asegurando que «hay que respetar, aunque no nos gusten, las reglas de juego que tenemos en el Estado español».

Asimismo, en la entrevista concedida ayer, Urkullu apuntó que su formación «buscará los resquicios que se pueda para ganar la legitimación en Europa».

El presidente de EA en Gipuzkoa, Iñaki Galdos, también se refirió ayer a la decisión del Tribunal Constitucional y mostró su «enfado y preocupación» ante este fallo. A su juicio, esta actuación «dice muy poco de la calidad de la democracia española». Indicó que la resolución conocida el miércoles es parte «de una batalla que no es legal». Y criticó que se está «tratando de cercenar un derecho a la sociedad vasca, impidiendo, despreciando e ignorando su voluntad».

Tras subrayar que a la sociedad vasca «se le asiste el derecho a opinar sobre su futuro», defendió la Ley de Consulta aprobada en el Parlamento de Gasteiz, calificándola de «absolutamente legítima, democrática y también legal».

Asimismo, recalcó que la intención de EA es defender ese derecho, por lo que explicó que «expandirán a los cuatro vientos», en Europa y el resto de la comunidad internacional, «las decisiones que el Gobierno español está tomando en esta cuestión».