El Ayuntamiento de Bilbo homenajeó ayer, en el marco del 25 aniversario de las inundaciones que azotaron la ciudad en 1983, a los miles de voluntarios que, en palabras del alcalde, Iñaki Azkuna, «ayudaron a poner en pie nuevamente a Bilbao».

Acompañado por la corporación municipal, el primer edil remarcó que «aun dentro de las fiestas -en alusión a la Aste Nagusia que estos días vive Bilbo- es preciso recordar aquellos aciagos días en que llovió y llovió y la villa quedó inundada».

En su discurso, Azkuna, calificó de «el primero para modernizar Bilbao» el esfuerzo de los voluntarios en las inundaciones de 1983, ya que, a su juicio, las inundaciones fueron «la puntilla de la crisis industrial, por lo que no tuvimos más remedio que iniciar el cambio».

En el acto, que se celebró en el interior del Teatro Arriaga de Bilbo, el Ayuntamiento quiso reconocer y agradecer a «cientos de personas de a pie, comparseros y medios de comunicación, especialmente las radios».

Azkuna, además, quiso recordar la figura de José Luis Robles, alcalde de Bilbo durante las inundaciones, y la de José María Makua, diputado general, quienes, según el primer edil, «simbolizan el esfuerzo de las instituciones».

Más de 5.000 voluntarios

Las inundaciones que se registraron el 26 de agosto de 1983, afectaron, además de a Bilbo, a decenas de localidades vascas, causando la muerte a decenas de personas. Más de 5.000 voluntarios participaron en las tareas de limpieza y desescombro de la capital vizcaína. Ayer, en representación de ellos, diez personas fueron obsequiadas con una placa conmemorativa. Iñaki Azkuna, agradeció la labor de estos voluntarios que «generosamente trabajaron por Bilbao, con palas, baldes, ilusión y esperanza».