He titulado cinismo, pero bien podría haber puesto idiotez. Comprendemos que ante una catástrofe como el accidente aéreo, se pierdan algunos reflejos para atender a la lógica, pero cuando toda la emoción, conmoción, sentimientos se convierten en patrioterismo barato, en ese españolismo ridículo, cateto, carpetovetónico y casposo que ahora parece reinstaurarse con la bendición generalizada, la cosa entra en otros parámetros que deberían llamar la atención hasta para aquellos que se sientan muy españoles.

En RNE, por ejemplo, uno de los jefecillos de deportes que confunden siempre España con su sueldo y el fútbol con Raúl, se puso campanudo diciendo que los que debían decidir no habían suspendido el partido amistoso de la selección campeona de Europa contra Dinamarca. Lo decía como sintiéndose injuriado y hablaba de la falta de sensibilidad. Escucharlo era oír a un predicador castrense hablando de los muertos por Dios y por España, por lo menos. Pero el discursillo barato se convierte en execrable cinismo desde el momento que no suspende la retransmisión en directo. Y eso sí que dependía de él y sus compinches. Podían seguir informando del accidente y cada quince minutos o cuando se produjera algo destacable se conecta y punto. Pero no lo hicieron, lo dieron como si tal cosa. Al igual que TVE, y es que suspender el partido era perder dinero. Así de sencillo. Y el dinero está por encima de todas las tragedias. Y añado, probablemente era una buena decisión para aliviar un poco la tensión, pero se puede hacer sin aspavientos.

Como la delegación olímpica, haciendo el olímpico ridículo, pretendiendo que todos se pongan de luto. Y es que no entienden que antes de ayer hubo decenas de muertos por la violencia política en Argelia, que sigue la invasión en Afganistán e Irak, sin olvidarnos de las muertes constantes por las hambrunas. Si tuvieran que guardar minutos de silencio o hacer aspavientos olímpicos por cada tragedia, no pararían. En fin, estos chicos no aprenden y como tienen reyes y príncipes alrededor se creen algo. Tampoco aprende la ministra Magdalena Álvarez y donde ella está aparecen oscuros informativos y se surgen las dudas.