Aunque tarde, el Consistorio bilbaino parece tomar nota de la sugerencia de las comparsas y otros agentes ciudadanos para dar más protagonismo a la Ría, después de quedar para la historia el arranque festivo de la Subida de Santurtzi a Bilbo con Marijaia. Ha sido Bilboko Konpartsak quien ha defendido durante décadas la lámina de agua como singular espacio festivo, organizando juegos, una subida ecológica y la tradicional Banderilla de trainerillas que patrocina GARA. En los últimos años se han prodigado otras iniciativas de carácter deportivo y se ha recuperado, en 2007, la cucaña en el muelle del Arenal.

En la rueda de prensa para valorar la pasada Aste Nagusia, la concejala de Turismo y Fiestas, Isabel Sánchez Robles, fijó ayer entre las iniciativas concretas para mejorarla el engalanamiento de ventanas y balcones -para lo que buscarán un patrocinador privado- y recuperar la Ría. A pesar de confesar sus prioridades, la corporativa jeltzale aclaró que la comisión de fiestas «está abierta a estudiar cualquier propuesta en este sentido», por lo que animó a vecinos, empresas, asociaciones e instituciones «a plantear sus ideas al respecto», como la que plantean las comparsas de la bajada de goitibeheras.

Una buena muestra del papel que pueden jugar las aguas del Ibaizabal en Aste Nagusia es su importancia a la hora de revitalizar el adiós a Marijaia. De las 3.500 personas de media que presenciaron hasta el año pasado la quema de la musa festiva en la Plaza del Arriaga, se ha pasado a las cerca de 25.000 -según fuentes municipales- que participaron en el acto de despedida del domingo bajo la dirección teatral de Gaitzerdi.

El eje de la discusión respecto a esta edición de Aste Nagusia se ha centrado por parte de algunos medios de comunicación y sectores empresariales en el nivel de participación y su impacto económico en la hostelería. Al igual que hicieron la víspera las comparsas, achacó la ligera disminución de la afluencia a la fecha de inicio.

«La proximidad del comienzo de Aste Nagusia al día 15 -argumentó la concejala- hace que coincidan dos factores que, en su conjunto, afectan a la participación. Por un lado hay un número importante de gente que se está yendo de vacaciones, al tiempo que otro está llegando, pero ese fin de semana no están aquí, en Bilbao».

El otro factor que explicaría el descenso de participación en el inicio es, según Isabel Sánchez Robles, «la coincidencia entre el último fin de semana de fiestas en numerosos pueblos y villas de nuestro entorno [citó Gernika, Portugalete o Castro] y el primer fin de semana nuestro. Lógicamente, mucha gente prefiere quemar los últimos cartuchos en sus localidades de origen, ya que a Bilbao aún le queda una semana larga por delante».

A pesar de este condicionante, el Ayuntamiento estima que 416.409 personas, 7.000 más que el año pasado, participaron en las actividades festivas, «una cifra similar a la de los últimos años». El concierto de Amaral, con 45.000 espectadores, fue el acto más concurrido tras el recibimiento a Marijaia.

La edil jeltzale aceptó las críticas de Bilboko Konpartsak en cuanto a la falta de baños, aunque defendió que hay más aseos públicos que en la Feria de la Cerveza de Munich o Sanfermines y atacó a las comparsas por no abrir los suyos.