Hoy se inaugura el festival de cine de Venecia, la Mostra, que incluye el estreno de más de medio centenar de largometrajes en un programa constituido por más de 3.600 películas.

La inauguración de la Mostra correrá a cargo de Ethan y Joel Coen con su último trabajo «Burn after reading», que se proyecta fuera de concurso. De este modo, los protagonistas de la película, George Clooney, Brad Pitt, Johnn Malkovich y Tilda Swinton, serán los primeros en pasar por la alfombra roja. A ellos les seguirán, días más tarde, Charlize Theron y Kim Basinger, actrices principales en «The burning plan», primer largometraje como director del mexicano Guillermo Arriaga, guionista de Alejandro González Iñárritu en «Amores perros», «21 gramos» y «Babel». La película cuenta una historia sobre la frontera pero que, a diferencia de otros filmes que abordan el tema desde la perspectiva de la inmigración y el narcotráfico, en esta ocasión la trama habla de amor.

Por alcanzar el León de Oro a la mejor película competirán en total 21 trabajos, entre ellos el ya citado de Arriaga, que tiene producción estadounidense, y las últimas obras del japonés Takeshi Kitano, «Akires to kame» («Aquiles y la tortuga»), y del neoyorquino Darren Aronofsky, «The Wrestler», en la que participan Mickey Rourke, Marisa Tomei y Evan Rachel Wood.

El jurado que decidirá cuál es la mejor película estará presidido por el director alemán Wim Wenders y compuesto, además, por Johnnie To, John Landis, Lucrecia Martel, Douglas Gordon, Valeria Golino y Juriy Arabov.

Italia supera a Hollywood

La 65 edición de la Mostra estará dedicada al egipcio Yusef Chahine, uno de los directores más populares del mundo árabe, que murió en julio pasado a los 82 años. Chahine, que filmó su obra maestra «Bab il hadid» en 1958, presentó su último trabajo, «Heya Fawda», en Venecia el año pasado. Se trata de una película costumbrista que mostró en el festival otros mundos más allá de las preocupaciones occidentales. Otros mundos que este año estarán representados por el director iraní Abbas Kiarostami con su trabajo «Shirin», título fuera de concurso.

Este año, la Mostra, con la inclusión de veinte cintas italianas, cuatro de ellas en competición, será menos hollywoodiense. Después de Italia, los países más representados son Estados Unidos, con diez películas, cinco de ellas en competición, y Estado francés, también con diez, de las que dos están en concurso.

México, por su parte, proyectará dos películas: «Voy a explotar», de Gerardo Naranjo, y «Los Herederos», de Eugenio Polgovsky. Además, se proyectará el corto portugués «Do Visível ao Invisível», del casi centenario Manoel de Oliveira, y los largometrajes brasileños «A Erva do Rato», de Rosa Dias y Julio Bressane, y «Encarnação do Demônio», de José Mojica Marins. Brasil también estará presente en la cinta china en competición «Dangkou» (Plastic City), de Yu Lik-wai, que ha ayudado a coproducir.

Por otro lado, el director de la Mostra, Marco Müller, justificó la poca presencia de producciones del Estado español y latinoamericanas en el hecho de que en Cannes fueron presentados muchos de los filmes allí producidos. Aún así, podrán verse el largometraje «35 Rhums» y el cortometraje «Heshang aiqing».

Serán once días de curso cinematográfico, que tendrá su continuación en los festivales de Toronto y Donostia. También con la Fiesta de Roma, tras quedar claro que este festival, que en octubre a duras penas alcanzará su tercera edición, ya no es competencia para la Mostra.