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El PP consigue encarcelar a Zigor Goikoetxea

La Audiencia Nacional sí da «certeza» al testimonio de Arrúe

La declaración de la edil del PP le ha bastado a la Audiencia Nacional para encarcelar Zigor Goikoetxea. El caso está lleno de excepcionalidades: no hay informe policial, ni vídeo, ni testigos. Y además, hay una sentencia reciente en la que Arrúe no ofrece «certeza» en sus identificaciones.

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Oihana LLORENTE | DONOSTIA

El joven algortarra Zigor Goikoetxea se encuentra en la prisión madrileña de Soto del Real acusado de incurrir en un delito de «atentado contra la autoridad». No ha hecho falta informe policial, ni vídeo, ni testigos, ni careo entre ambos que sustente el auto de prisión. El testimonio de una concejala del PP, Marisa Arrúe, le ha bastado a la Audiencia Nacional española para enviar al joven a la cárcel.

Pero ésta no es la primera vez que Marisa Arrúe acusa a un joven abertzale. Esta edil del PP ya denunció recientemente a jóvenes del gaztetxe de Algorta, pero cuando acudió al juicio se «confundió» y señaló a un policía, que custodiaba a uno de ellos como autor de los hechos. La sentencia absolvió a los acusados y decretó que el testimonio de Arrúe no ofrecía «certeza». Para la Audiencia Nacional, en cambio, sí lo ha tenido.

Estos hechos se remontan a diciembre de 2005. Nada más conocer que Algorta contaba con un gaztetxe, Marisa Arrúe se personó allí acompañada de Eduardo Andrade, otro concejal de su formación, con el fin de dar una rueda de prensa a las puertas del propio gaztetxe.

Decenas de jóvenes que se encontraban en esos momentos en el local impidieron la comparecencia del PP al entenderla como una provocación, y siguieron a los concejales hasta el Ayuntamiento, donde se vivieron momentos de tensión entre los jóvenes y la Policía Municipal. La Ertzaintza se personó en el Consistorio e identificó a tres jóvenes: Alain Labajo, Lander Labajo y Endika Ruiz.

Días después, la propia Arrúe y el Consistorio de Getxo interpusieron sendas denuncias contra los tres jóvenes por delitos de «desórdenes públicos» y otro de «atentado» y falta «por lesiones» contra uno de ellos.

El juicio no se celebró hasta mayo de este año y los tres jóvenes quedaron absueltos por la ausencia de pruebas que permitieran atribuir la autoría de los hechos. Y es que Marisa Arrue, la denunciante, tuvo frente a frente a los jóvenes que denunció... y señaló a otros.

Con total convicción

Este caso resulta revelador sobre la capacidad de identificación de la concejal del PP. Para este juicio, Lander Labajo, uno de los jóvenes a los que Arrúe acusaba de participar en los incidentes, fue conducido al Juzgado de lo Penal número 5 de Bizkaia custodiado por dos ertzainas que iban de paisano, al estar preso.

Los tres acusados se sentaron en la sala junto a los dos policías que custodiaban a Labajo. Cuando la magistrada llamó a declarar a Arrue, el abogado de la defensa, Iñigo Santxo, le preguntó si sería capaz de reconocer a los jóvenes que participaron en los hechos. La edil aseguró estar «totalmente convencida» de poder identificarlos y al requerirle que los señalase no dudó en señalar a los tres primeros, que en realidad eran dos acusados y un ertzaina.

La sentencia da constancia de este hecho e intenta justificar el lapsus de Arrúe detallando que «posiblemente debido al tiempo transcurrido desde la fecha de autos y al nerviosismo derivado de la situación vivida, manifestó en plenario que creía que los tres jóvenes sentados en el banquillo estaban entre la multitud violenta, siendo uno de los identificados uno de los agentes custodios del acusado trasladado desde la prisión». La juez, María Elena Gonzalez, absolvió a los tres jóvenes.

El 10 de agosto de este año, Marisa Arrúe volvió a denunciar a jóvenes de Getxo. Ese día la concejala, acompañada por otros ediles de su formación, acudió a visitar el mercado de San Lorenzo. Según su versión, un grupo de personas la «increpó, insultó y amenazó».

En un primer momento comentó que la habían llamado «torturadora» y no identificó a nadie. Dos días después, pasó a manifestar que la habían «amenazado de muerte» y fue entonces cuando se difundió que Goikoetxea era «uno de los com- ponentes del grupo», y se remarcó su parentesco con Arkaitz Goikoetxea, acusado por las FSE de dirigir el «complejo Bizkaia» de ETA. Ayer, cuando ratificó la denuncia en la Audiencia Nacional, Arrúe cambió de nuevo la versión y llegó a decir que «en un momento dado la rodearon».

Para la Audiencia Nacional, el testimonio de la concejal del PP sí ofrece «certeza» total, ya que ha sido la única prueba para encarcelar a Goikoetxea.

soto del real

Askatasuna informó durante la tarde de ayer de que Zigor Goikoetxea había sido trasladado ya a la prisión de Soto de Real. Sin embargo, a última hora sus familiares seguían sin constancia oficial sobre su situación.

arrúe

Tras lograr el objetivo, Arrúe aseguró que con ello «quería vivir un poquito más libre, y andar por las calles de mi pueblo sin el temor de que alguien te haga cualquier barbaridad, te venga a insultar o te venga a amenazar».

De amenaza a atentado por el vínculo familiar

Pese a que la denuncia presentada por Marisa Arrúe alude sólo a amenazas e insultos, para lograr encarcelar a Arkaitz Goikoetxea se ha debido aplicar un tipo penal superior: el de «atentado a la autoridad». El juez del tribunal especial Fernando Andreu acordó esa medida argumentando que dichas amenazas se engloban «dentro del entorno terrorista» y que persiguen un «fin de intimidación», con la circunstancia «agravante» de que la destinataria es miembro de la corporación municipal.

El fiscal esgrimió tres indicios para aplicar este tipo al encarcelado: la circunstancia personal de ser hermano de Arkaitz Goikoetxea; la circunstancia personal del denunciante, es decir, ser concejala del PP; y el hecho de que el incidente ocurriera en Getxo.

El delito de «atentado a la autoridad está penado hasta con seis años de prisión. Según el letrado de Goikoetxea, Alfontso Zenon, con su aplicación «se pretende justificar» la decisión de enviar al joven a prisión de manera incondicional. O. L.

ASKATASUNA

La organización antirepresiva denunció «la cruda realidad impuesta por los gobiernos cegados por la represión». Apuntó que tanto los medios de comunicación como el aparato judicial y el político han trabajado «de forma conjunta» en este «ataque».

MOVILIZACIÓN

Alrededor de 350 personas se manifestaron por Algorta en denuncia de la encarcelación de su vecino, Zigor Goikoetxea. Por otro lado, 120 personas se concentraron en favor de los represaliados vascos ayer en el Arriaga, en Bilbo.

Basagoiti: «Es de cajón que vaya a la cárcel»

A las puertas del tribunal Antonio Basagoiti, que arropó a Arrúe, se alegró de la decisión y manifestó que «cuantos menos de ETA estén en la calle más posibilidades habrá para la paz. Cuantos menos De Juana, cuantos menos Zigor, cuantos menos Arkaitz estén insultando y amenazando, más fácil será que lleguemos a la paz y la libertad». GARA

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