El Gobierno de Corea del Norte anunció ayer que ha interrumpido su proceso de desnuclearización, y advirtió en un comunicado que pretende reactivar el reactor de su principal central nuclear.

Pyongyang responde así a la negativa de EEUU de retirar al país de la lista de «países terroristas» que elabora Washington. La negativa estadounidense es para Corea del Norte una «clara violación» del acuerdo que iniciaron las negociaciones.

Un portavoz del Ministerio de Exteriores norcoreano anunció en un comunicado que a partir del 14 de agosto se había interrumpido el proceso de desnuclearización. De este modo, informó a los países implicados en las negociaciones (Corea del Sur, Rusia, China, Japón y EEUU) de su intención de reactivar el reactor de su mayor instalación nuclear, en Yongbyon.

Las negociaciones para avanzar en el desmantelamiento de instalaciones nucleares norcoreanas llevaban bloqueadas varias semanas. Corea del Norte entregó a finales de junio del presente año un documento que recogía los datos de su potencial nuclear.

A su vez, Pyongyang exigió a EEUU que a cambio del diálogo le otorgara contrapartidas económicas y retirara a su país de la lista de «estados patrocinadores del terrorismo».

El presidente de EEUU, George Bush, anunció en un primer momento su intención de retirar al país asiático de la lista, pero finalmente dejó que venciera el plazo del 11 agosto y la aplazó hasta que Pyongyang «acepte la verificación de la información entregada».

Insuficiente para EEUU

El Gobierno de Corea del Norte argumenta que ya ha dado pasos significativos en la verificación de sus informes y cita, por ejemplo, la demolición televisada de la torre de refrigeración de la central de Yongbyon. Sin embargo, estos pasos son insuficientes para EEUU.

Según varios analistas surcoreanos, este anuncio de la suspensión no implica que las negociaciones se hayan roto definitivamente. De hecho, desde que comenzaron las negociaciones los tropiezos y retrasos han sido constantes.

Todo parece indicar que la actitud adoptada por Corea del Norte es una demostración de fuerza para presionar a EEUU.

Japón, uno de los países que esta participando en las negociaciones, se había mostrado contrario a la retirada de Corea del Norte de la «lista de países terroristas».

Sin embargo, en su última visita a la capital surcoreana de Seúl, Bush dejó muy claro que era imprescindible verificar las intenciones de Pyongyang, antes de seguir con el diálogo.