Miles de manifestantes opositores tomaron ayer el palacio de Gobierno de Tailandia, la sede de la televisión estatal y tres ministerios, con el objetivo de forzar la dimisión del primer ministro, Samak Sundaravej.

Seguidores de la Alianza del Pueblo para la Democracia, provistos de banderas amarillas que representan la monarquía, se hicieron con el control de la sede del Gobierno en Bangkok, sin apenas encontrar resistencia en los escasos policías que custodiaban el edificio.

«De aquí no nos moverán hasta que se produzca un cambio político. Si quieren que me vaya, tendrán que matarme y sacar mi cuerpo de este lugar», declaró el líder opositor Sondhi Limthonkul.

Mientras tanto, un centenar de manifestantes de la Alianza irrumpieron en los estudios del canal de televisión estatal NBT provistos con palos de golf y cuchillos. Los opositores interrumpieron la programación habitual para emitir un mensaje en el que exigían la dimisión del primer ministro.

La Policía detuvo a los opositores que habían entrado en los estudios y Sundaravej anunció por televisión que los agentes emplearán todos los medios a su alcance para recuperar la normalidad lo antes posible».

El objetivo de la alianza es forzar la caída del ultraderechista Sundaravej. El primer ministro anunció la semana pasada que su Ejecutivo no solicitará la extradición del ex mandatario Shinawatra, exiliado en Gran Bretaña.