Raimundo Fitero
Espejo público
En esta crisis que atravesamos, hay algunos gremios que no la sufren, si no todo lo contrario, como los sicólogos conductistas, los abogados laboralistas y los especialistas en medicina reparadora. Los primeros tienen que tener sus agendas repletas de profesionales varios, turistas en alza y viajantes obligatorios a los que les ha sobrevenido un irresistible pánico a volar. Cada día se suceden alborotos, rebeliones a bordo de aeronaves. Los retrasos, las incidencias crecen, se ha desatado la fiebre para cumplir todos los protocolos, de llevar el reglamento de manera estricta.
Esta situación nos alecciona sobre el peligro de lo rutinario, sobre el dejar los pequeños detalles para una posterior ocasión, el que las revisiones se hagan de manera superficial y nos recuerda que hemos estado volando sin todas las medidas de seguridad establecidas. Tenemos miedo retrospectivo. Pero dentro de la casuística actual sabemos de una noticia en la que un avión tuvo que estar sobrevolando el aeropuerto de Asturias cerca de media hora porque el controlador se había quedado dormido. Yo no sé si es cierto en todos sus términos, pero es terrorífica la simple idea. Crecen los que acuden a las consultas para que les quiten el miedo a volar.
Parece ser que los abogados laboralistas no dan abasto para atender las demandas por despido que les llegan. La caída del mercado laboral ha sido fulminante, asombrosa, las personas en paro son numerosas y de paso aparece un tal Corbacho, ministro de ZP, que dice barbaridades para incitar a la xenofobia. La culpa del paro, según su apreciación, es de los inmigrantes. Además advierte de que el INEM puede quedarse sin fondos para atender a todas las prestaciones. Menudo borrico. Que lo dimitan ya.
Lo más anecdótico, pero que simboliza la corrupción institucional y el modelo que se quiere implantar desde la jerarquía social y política, son el arreglo facial de la periodista que puede reinar, y los implantes capilares de José Bono, esa gran figura de la derecha española más populista y nacional católica que preside el Congreso de los Diputados. Si se fijan, este patriota español se parece cada día más a Berlusconi. Por dentro y por fuera.