Bermeo es un pueblo teñido de azul. Los balcones de la localidad costera están adornados de pañuelos y banderolas de apoyo a Urdaibai. La embarcación entrenada por Patxi Bilbao cuenta con un brillante palmarés, pero siempre se le ha resistido la Bandera de La Concha. Un objetivo que buscarán conseguir esta misma campaña. Tal y como demostraron en la sesión clasificatoria de ayer, los vizcainos están en el buen camino.

Los bermeotarras han sabido reponerse del golpe sufrido el pasado sábado, cuando Castro les arrebató la primera plaza de la Liga San Miguel ACT. En apenas 24 horas fueron capaces de invetir la situación, recuperar el liderato en aguas de La Marinera y en la jornada de ayer, patroneados por Asier Zurinaga, volvieron a dar un importante golpe de efecto a sus rivales.

Tras una primera ciaboga en la que marcaron dos segundos más que Orio, Urdaibai firmó un segundo largo espectacular empleando tan sólo 9.42 para completarlo. El tiempo total de 19.45 no es más que un aviso, ya que el reloj vuelve a partir de cero el domingo, pero supone un rearme moral para remeros y aficionados del bote vizcaino. Un herrialde que lleva sin ver cómo la bandera de la capital donostiarra es celebrada en algunos de sus pueblos desde 1985, año en el que Santurtzi se alzó con el triunfo.

Detrás de la trainera de Bermeo se clasificaron Orio, San Pedro, Astillero, Castro, Hondarribia y, la gran sorpresa del día, los gallegos de Tirán. Todos, junto con la embarcación donostiarra, obtuvieron su billete para la conocida como Olimpiada del Remo, cita que tendrá su primera regata este domingo y que se decidirá el día 14 de setiembre.

Los amarillos hicieron un gran primer largo, de hecho, aventajaron en dos segundos a Urdaibai, pero no pudieron aguantar el empuje de los vizcainos en la segunda. Sin embargo, los vigentes campeones dejaron un buen sabor de boca en la bahía donostiarra y aspiran a repetir victoria. Su amplia afición no le pedirá menos a sus remeros.

Entre las huestes oriotarras, Agustín Mujika aseguró que «La Concha es una bandera diferente, puede pasar cualquier cosa y para nosotros se trata de una regata especial, es como la copa del mundo».

San Pedro también confirmó su buena campaña, excepcional el trabajo de Aitor Balda al frente de los pasaitarras. El cuarto lugar fue para Astillero. Los cántabros, fuera de la San Miguel por sanción, demostraron que son una de las embarcaciones más fuertes del Cantábrico y volverán a competir en la bandera más prestigiosa del remo. Por su parte, Hondarribia cumplió con sus aspiraciones y entró, mientras que los gallegos de Tirán dieron la gran sorpresa.