El primer ministro de Tailandia, Samak Sundaravej, rechazó ayer presentar su dimisión y junto a su Gobierno acordó celebrar un referéndum para solucionar la crisis política en el país, después de que el estado de excepción declarado el martes en Bangkok no lograra acabar con las protestas. Los analistas dudan de que éste se vaya a celebrar ya que ambas partes se mantienen firmes en sus posiciones.

El Ejecutivo considera que la consulta es «la mejor solución» y, según reveló la víspera un diputado del partido gobernan- te, las preguntas a plantear serían «¿debe el Gobierno continuar, dimitir o ser disuelto por el Legislativo para convocar elecciones anticipadas?» y «¿debe la Alianza del Pueblo para la Democracia continuar su protesta?».