Dentro de los actos organizados por la sociedad Etxe Beltza para celebrar el Atarrabiako Eguna, mañana a las 12:00 tendrá lugar en la Plaza del Ayuntamiento un homenaje a la ikurriña.

El 28 de setiembre de 1977 los vecinos de Atarrabia decidieron en referéndum que la enseña vasca fuese una de las banderas oficiales de la localidad, y que como tal ondease en el balcón del Ayuntamiento.

La petición para que la ikurriña fuese colocada en la Casa Consistorial fue realizada aquel año por 17 asociaciones vecinales, políticas y sindicales, y en el posterior referéndum casi dos tercios de las personas participantes dieron su apoyo a una enseña que consideran propia.

A lo largo de 26 años la ikurriña ha ondeado sin problemas en el Consistorio de Atarrabia, y hasta UPN asumió la decisión mayoritaria de los vecinos. Sin embargo, la Ley de Símbolos aprobada por UPN y PSN prohibió que la enseña vasca ondease en los ayuntamientos navarros.

Amparándose en dicha ley, el entonces alcalde de UPN, Alfonso Ucar, decidió en noviembre de 2003 retirar la ikurriña del balcón del Ayuntamiento. Sin embargo, en diciembre de aquel mismo año el Pleno municipal argumentó que, para retirar la bandera vasca, sería necesario hacerlo mediante otro referéndum, es decir, mediante el mismo sistema utilizado en 1977. Pero al final el PSN apoyó a UPN y la ikurriña desapareció del Consistorio de Atarrabia.

«La bandera de Euskal Herria»

La historia no acabó ahí, ya que en esta misma legislatura, concretamente en un pleno celebrado en agosto del pasado año, el Pleno municipal acordó, con los votos de Nafarroa Bai y ANV, que la ikurriña es «uno de los símbolos de Atarrabia» y que «no es sólo la bandera de una comunidad autonómica, sino la de Euskal Herria».

Basándose en aquel acuerdo, y justo cuando se cumplían 30 años del histórico referéndum, el alcalde Peio Gurbindo ordenó levantar un mástil junto al Ayuntamiento para que ondease allí la ikurriña, ya que la Ley de Símbolos prohibía hacerlo en un edificio municipal. Alberto Catalán, portavoz del Gobierno de UPN-CDN, anunció pocos días después una denuncia contra el Ayuntamiento, argumentando que el mástil estaba en un espacio público.

El homenaje de mañana a la ikurriña quiere recordar que este símbolo cuenta con el respaldo mayoritario del pueblo, a pesar de que un tribunal haya dado la razón a la tesis de UPN.