GARA > Idatzia > > Eguneko gaiak

Protestas ante el lehendakari Ibarretxe

«Habla de participación ciudadana y hace oídos sordos al rechazo al TAV»

Aprovechando que el lehendakari iba a ofrecer un discurso en un curso de verano sobre participación ciudadana, los detractores al Tren de Alta Velocidad realizaron una sentada a las puertas del Palacio Miramar, trataron de hablar con Ibarretxe y unieron risa y reivindicación mediante una parodia. Todo ello para criticar que «habla de participación ciudadana y reclama una consulta, pero hace oídos sordos al rechazo al TAV expresado por muchas personas».

p004_f01_111x111.jpg

Maider IANTZI | DONOSTIA

«No al Tren de Alta Velocidad», «Y vasca, todo por la pasta», «Amalurra defenda dezagun», «Txikizioa gelditu», coreaban los opositores al macroproyecto que se congregaron en Miramar. Sentadas frente a la entrada del palacio y atadas entre ellas, estas ciudadanas y ciudadanos no cesaban de protestar: «Los ejecutivos bailan al tiovivo», «Ez, ez, ez, AHTrik ez». Mostraban carteles con los nombres de los once pueblos en los que se han llevado a cabo consultas sobre la infraestructura ferroviaria, todas con resultado ampliamente contrario: Urbina, los veinte concejos de Gasteiz, Itsasondo, Atxondo, Alegia, Aramaio, Angiozar, Elorrio, Anoeta, Uztaritze y Mugerre. Eran casi las nueve de la mañana, y el lehendakari Juan José Ibarretxe iba a ofrecer un discurso sobre la participación ciudadana, en el marco de la presentación del curso de verano de la UPV titulado «Participación ciudadana, nueva cultura política en un contexto de liderazgo compartido».

Ibarretxe comenzó diciendo que pretendía reflexionar sobre la democracia participativa, en la cual «la sociedad vasca tiene derecho a decidir su futuro». Al parecer del lehendakari, consultar no es dramático, sino democrático. La participación ciudadana ha venido «para quedarse para siempre» y «la Política con mayúsculas», ésa que estaría «basada en el diálogo permanente con la ciudadanía», sigue teniendo pleno sentido. En su opinión, hay que «definir el corazón de la participación, situar a la ciudadanía en el centro de dicho proyecto», es responsabilidad de todos devolverle el protagonismo político. «No hay mayor contribución al civismo, no podemos tener miedo a conocer la opinión de los ciudadanos», prosiguió.

Cuestionado directamente

El lehendakari explicó que no es negativo realizar consultas en pueblos desarrollados, sino todo lo contrario: «Cuanto mayor sea el progreso, se llevan a cabo más consultas». Defendió que es políticamente enriquecedor, que se trata de apostar por la convivencia, mejorar el modo de vida, vivir en armonía con los demás. Por lo tanto, adelantó que en el futuro las consultas referentes tanto a apartados políticos como a socioeconómicos no pueden tener carácter de excepcionalidad.

En ese momento, una persona del público se levantó de su asiento y le espetó: «¿Cómo es posible compaginar su discurso sobre participación ciudadana con hacer caso omiso de las consultas realizadas en diversas localidades de Euskadi sobre el Tren de Alta Velocidad?». Ibarretxe le respondió que existen canales de participación, al tiempo que le pidió que hiciera su aportación por correo electrónico. «Déjame acabar y le contestaré...», dijo el lehendakari. Otros asistentes al curso desplegaron carteles con los nombres de los pueblos en los que se ha preguntado a la gente en torno al TAV. Una chica que enseñaba los resultados de las consultas populares fue enviada a la calle. «¿Esta es su democracia?», protestó cuando salía acompañada de un guarda.

Otras personas que estaban escuchando la conferencia también trataron de tomar la palabra, pero la mesa y algunas personas del público les impidieron participar... «¡precisamente en tan importante curso sobre participación ciudadana!», destacaron los detractores al TAV y «demás proyectos destructores». «Perdone, ¿luego tendrá un momento?», le preguntó un chico a Ibarretxe cuando estaba siendo conducido a la salida. «¿Qué canales de comunicación está ofreciendo?», quiso saber otra ciudadana. «No nos dan una oportunidad para hacer preguntas».

Haciendo caso omiso de las protestas, el lehendakari continuó con su charla: «¿Comprenden por qué debemos denunciar al Estado español en Europa? Porque niega la participación ciudadana. Mientras en Europa se estimula, en España se prohibe», explicó. Cuando expuso su conclusión de que «participar y consultar son el futuro y prohibir pertenece al pasado» y dio por finalizada la intervención, una asistente intentó hablar de nuevo. Su voz fue ahogada por los aplausos que le brindó parte del público a Ibarretxe. A continuación, tomó la palabra el director del curso: «Espero que en estas jornadas predomine el respeto. Perdone, lehendakari...».

La Policía autonómica expulsó a cuatro participantes, y después de identificarlos, les comunicó que se interpondrá una denuncia contra ellos «por desórdenes públicos».

Además de realizar tan directas protestas y colocar pancartas con la misma denuncia en los alrededores de Miramar, al mediodía los contrarios al TAV llevaron a cabo una parodia en el paseo de Ondarreta, junto al túnel del Antiguo. Ante un cartel que decía «AHT ez, TAV no, herriz herri erabaki», dos militares, el general y el soldado Bermúdez, diseñaron la estrategia de ordenación territorial, «la estrategia militar para una cuestión de Estado», como decían ellos. Superpuerto, Variante, Tren de Alta Velocidad... Tenían infinidad de proyectos entre manos, y estaban tranquilos porque «los políticos vascos tienen amigos que realizan estudios de impacto ambiental».

¿Participación? ¡Claro que sí!

«Ez, ez, ez, AHTrik ez!», gritaban las decenas de opositores al macroproyecto que seguían el acto. «No es participación, es imposición», «Ibarretxe entzun, AHTrik ez», «Ibarretxe plana, euroa eta porlana»... El próximo protagonista de la parodia fue, precisamente, el lehendakari, con su habitual maleta, sus características cejas y orejas... llevaba hasta el anillo negro. Tal como lo hiciera por la mañana, Juan José Ibarretxe remarcó que en el siglo XXI lo que la ciudadanía desea es que las instituciones le consulten sobre los temas que le afectan. «Preguntar no es dramático, sino democrático. Nosotros creemos firmemente en la democracia participativa», reiteró, antes de preguntarle al Gobierno español «en qué democracia está prohibida consultar a la ciudadanía».

Al exponer estas ideas, el lehendakari escuchó algunas risas, y quiso saber si tal cosa sucedió porque había allí por casualidad ciudadanas y ciudadanos de Urbina, o de Itsasondo, Atxondo, Durango, Zornotza... Admitió que habrá quien piense que su iniciativa por la participación se tambalea. Pero les advirtió de su equivocación.

¿Cómo se une la democracia participativa con el TAV? Aparte de la «transparencia informativa» que ha tenido el proyecto desde el principio, el lehendakari quiso remarcar la participación de la instituciones europeas, del Gobierno español, las empresas de infraestructuras, bancos interesados, miles de policías y funcionarios... Afirmó que han continuado con la iniciativa con el apoyo unánime de todos estos agentes. «Sin duda, debemos tomar este tren. El tren es progreso, las bombas no, eso es ir para atrás, ¡atrás! (...) Este tren situará al euskara y a la cultura vasca en la plaza de Europa. Lo importante es el futuro, de las nuevas generaciones, de los pueblos, de los caseríos, bosques...», continuó. Se despidió diciendo que «volveremos a vernos, en el Tren de Alta Velocidad, nosotros pasando por arriba y vosotros, cómo no, mirando por debajo».

Con esta parodia, quisieron mostrar que el poder se queda «con todo el pastel» y la ciudadanía con las facturas y fracturas. Advirtieron de que se fragmentaría el territorio y de que la tierra y el agua resultarían perjudicadas irreversiblemente. «¿No deja esto bien claro que el progreso y desarrollo de la clase dirigente es una apuesta por la Muerte a Alta Velocidad?».

miedo

«Quienes tienen miedo de la opinión popular son quienes se escudan en que todo debate y decisión sobre el TAV es materia exclusiva de políticos profesionales, empresarios mafiosos y parlamentarios», censuraron.

Derecho a veto

Los opositores al macroproyecto afirmaron que los pueblos y barrios afectados directamente por el TAV o cualquier infraestructura deben ejercer su derecho a veto.

Basagoiti se reunirá con Urkullu y López para que se movilicen

El presidente del PP de la CAV, Antonio Basagoiti, anunció ayer que se reunirá con los líderes de PNV y PSE, Iñigo Urkullu y Patxi López, respectivamente, para intentar «convencerles» y concretar su apoyo a una manifestación en respaldo al Tren de Alta Velocidad y a las empresas que en él trabajan. En una entrevista ofrecida por Radio Euskadi, Basagoiti dijo que «el lehendakari y López dijeron que no veían mal» la convocatoria de una marcha conjunta para que «la sociedad vasca pueda expresar su respaldo mayoritario» a dicho proyecto ferroviario, «al que se opone una minoría radical que le gustaría volver a la edad de piedra».

Señaló que en este momento «lo poco que hay en la calle respecto al TAV es negativo», puesto que son «los batasunos» los que se manifiestan en contra de este tren. Por eso, el presidente del PP de la CAV intentará «ser muy convincente y dialogante, para hacerles ver la importancia de que los vascos se puedan expresar públicamente a favor de la alta velocidad».

Les informará, además, de que el PP respaldará una mayor aportación a las obras del TAV para terminarlas antes, ya que «agilizar las obras es una cuestión de dinero. Si se invierte más dinero, en vez de dos años, se hace en uno».

Por su parte, el secretario general del PSE, Patxi López, insistió en que no ve necesario celebrar una manifestación «para expresar la oposición de la sociedad vasca a las amenazas terroristas contra el TAV», si bien agregó que se reunirá con Antonio Basagoiti «porque es también de cortesía que, después de haber sido elegido presidente de su partido, haya una primera reunión y una primera toma de contacto».

De esta forma, atenderá a la petición que Basagoiti ha realizado tanto a López como al presidente del EBB del PNV, Iñigo Urkullu, para plantearles la posibilidad de promover una gran manifestación de apoyo a la infraestructura ferroviaria.

En opinión del secretario general del PSE, no es precisa la convocatoria de una marcha, aunque sí ve necesario respaldar a los empresarios y trabajadores de las obras del TAV, y garantizar los trabajos, también desde el ámbito presupuestario.

«En principio, no sería necesario salir a la calle para hacer ningún tipo de manifestación. En principio, la posición del partido Socialista no es favorable a hacer ese tipo de cosas», aclaró.

GARA

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo