David Douglas Duncan: un maestro en el arte de fotografiar la guerra
GARA | PERPIÑÁN
Al norteamericano David Douglas Duncan, 92 años, todavía le saltan las lágrimas cuando recuerda las circunstancias en las que fotografió la guerra de Corea en 1950. Estas imágenes, expuestas al festival Visa pour l'Image de Perpiñán (Estado francés), se han convertido en toda una referencia en materia de reportajes de guerra. La muestra es una de las que jalonan los distintos lugares expositivos de la ciudad costera, que acoge un año más el mayor festival internacional de fotoperiodismo, una cita excepcional para los enamorados de la fotografía y que reúne a miles de visitantes que comparten la misma pasión por la fotografía de prensa.
Un hombre cubierto por un pesado abrigo y protegido por su capucha mira a lo lejos en el vacío mientras come el contenido de una lata de conserva. El joven de la cara destrozada es un soldado de infantería de la Marina estadounidense. Esta foto se tomó el 9 de diciembre de 1950, en guerra plena de Corea. «Tengo un recuerdo muy vivo de las circunstancias en las que tomé estas fotos», explica David Douglas Duncan, toda una leyenda. «Esta fue tomada al amanecer. Hacía mucho frío, teníamos hambre, no podíamos ni hablar», relata con voz estrangulada por la emoción. «Siento llorar de esta manera (...). No comprendo cómo hacen los médicos después de haber visto tantas cosas horribles». «Durante la guerra de Corea, yo era fotógrafo de la revista `Life', pero a la vez era también un soldado de infantería de marina retirado, ya que estuve en el ejército durante la segunda Guerra Mundial a partir de 1942». Su trabajo sobre los soldados estadounidenses apareció recopilado en un libro titulado «This is war!», publicado en 1951. En el prólogo escribió: «Ninguna apoteosis en este libro, ni una conclusión estruendosa. Sólo el deseo de mostrar lo que un hombre debe sufrir cuando su país decide entrar en guerra».
Carácter combativo
En otra foto se ve a un soldado en el suelo, muerto, rodeado de tres marines: «Estábamos comiendo el rancho. La vida es eso». Luego, enfurecido, explica que no le habían permitido publicar la imagen. «Atreverse a decir que no se puede enseñar a alguien que ha pagado semejante precio, el precio de su vida... me parece que ni siquiera se le reconoce su sacrificio». Su carácter rebelde continúa intacto y se muestra también muy virulento respecto a la Administración Bush. «Hoy en día hacer lo que yo hice en Corea sería totalmente imposible. Hay unos imbéciles en el Pentágono que lo quieren esconder todo». A su 92 años, lanza un consejo a los más jóvenes: «Tenéis cámaras fotográficas, que son como armas políticas, servíos de ellas».
David Douglas Duncan fue uno de los primeros fotógrafos con los que se puso en contacto Visa pour l'Imagen cuando se creó hace veinte años, pero hasta este año jamás había expuesto su trabajo en Perpiñán. El fotógrafo, que vive cerca de Niza, había cedido todos sus negativos a la Universidad de Texas y resultaba imposible encontrar copias de sus trabajos. Gracias a la tecnología numérica, los negativos finalmente pudieron ser escaneados, con el fin de realizar las ediciones expuestas a Perpiñán hasta el 14 de este mes.