Victoria Mendoza Psicoterapeuta
Hipocresía española con la inmigración
Hasta ahora han sabido manipular y engañar a los colectivos, mediatizarnos y hacer que no nos enteremos de lo que no les conviene, pero las cosas caen por su propio peso, y los inmigrantes ni somos tontos ni somos pocosE spaña -y concretamente el PSOE- ha sido uno de los tantos que han apoyado la Directiva de la vergüenza, es quien sigue fabricando y vendiendo armas a nuestros países, está firmando convenios para extraer o, mejor dicho, saquear el petróleo del Golfo de México, cobra deuda externa en una cantidad 20 veces mayor de lo que gasta en cooperación internacional. España cobra muy buenas ganancias con sus empresas trasnacionales, algo que explica el empobrecimiento de nuestros lugares de origen versus enriquecimiento de la linda España. Nada diferente de cuando llegaron con sus barcos y los llenaron de piedras preciosas sin ningún tipo de compasión, con la codicia que les caracteriza a quienes sirven o tienen el poder en cada una de los momentos históricos. Por supuesto, diferentes estilos, ya que ahora tienen aviones, nuevos armamentos y nuevas estrategias y fórmulas de explotación, saqueo y sometimiento.
Los inmigrantes nos hemos organizado para promover nuestras culturas, para apoyarnos en la búsqueda de necesidades básicas como el trabajo, la vivienda, escolarizar a los hijos, atención médica y diferentes trámites burocráticos y racistas por los que nos hacen pasar para conseguir un permiso de trabajo o de residencia, si tenemos la suerte de no ser uno de los que mueren intentando llegar a las costas, o uno de los tantos deportados.
Afortunadamente, los inmigrantes poco a poco van tomando más conciencia social y política de la situación que viven, tanto de discriminación, racismo y explotación, y ya hay algunas asociaciones que se han reunido para firmar algún manifiesto en contra de la Directiva de la vergüenza, o en contra de alguna agresión física o conducta racista hacia algún inmigrante, e incluso hay también inmigrantes que nos hemos constituido para tener una participación social y política con respecto no sólo a nuestros derechos como inmigrantes, sino también para denunciar la conculcación de derechos hacia cualquier ciudadano vasco, concretamente en la situación del conflicto vasco.
A los políticos les interesan nuestros votos, nos hacen creer que nos ayudan y nos apoyan, cuando es totalmente falso, ya que las ayudas hacia los colectivos son, sobre todo, en función de que promuevan sus culturas y no exista una unión ni una conciencia. Habrá apoyo siempre que no demos problemas, no protestemos, no denunciemos nada, no nos organicemos y no seamos una fuerza de unión que pueda incomodarles o amenazarles. Hasta ahora han sabido manipular y engañar a los colectivos, mediatizarnos y hacer que no nos enteremos de lo que no les conviene, pero las cosas caen por su propio peso, y los inmigrantes ni somos tontos ni somos pocos. Sería importante que todos aquellos inmigrantes que tienen muchos años residiendo aquí en el País Vasco puedan servir de puente y de promotores en los nuevos espacios de reflexión de nuestra verdadera situación y de cómo podemos ser parte activa en la búsqueda de soluciones que nos afecten como inmigrantes y como ciudadanos residentes en el País Vasco.