Sanz define a UPN como «autónomo» pero promete coordinarse con el PP
La pugna dialéctica entre UPN y PP abierta por Miguel Sanz y recrudecida por Jaime Ignacio del Burgo no va a más. Los líderes de ambos partidos comenzaron ayer a rebajar el tono en una doble reunión en Iruñea presidida por sonrisas generales. Tras ella, el presidente navarro definió a UPN como partido «autónomo» aunque prometió al mismo tiempo que será «responsable» con el PP. Sanz ya no habla de apoyar los presupuestos del PSOE, como hizo el domingo.
Ramón SOLA | IRUÑEA
Como cabía prever, la visita a Iruñea de la cúpula del PP recondujo la última polémica sembrada por Miguel Sanz para tratar de redefinir el papel de UPN dentro de la coalición. Las palabras altisonantes de los últimos días dejaron paso esta vez a una especie de competición de sonrisas, apretones de manos y promesas de responsabilidad y de cumplimiento del pacto suscrito en 1991.
La historia tendrá nuevos capítulos a medida que se acerque el escenario fijado por Miguel Sanz para esta batalla: el debate presupuestario estatal. El líder de UPN dejó claro que no retira «ni una palabra» y que está dispuesto a hablar con el Gobierno del PSOE sobre cuestiones pendientes como el TAV o algunas infraestructuras. Pero a nadie se le escapó que esta vez Sanz ya no habló de votar a favor del proyecto del Gabinete de Zapatero. Ni siquiera confirmó si piensa abrir una vía de negociación propia con el Ejecutivo del PSOE, al margen del canal oficial del PP: «Ya veremos», dijo cuando fue preguntado por ello.
La clave no está en la cuestión concreta de los presupuestos, sino en el interés de Miguel Sanz por distanciar un tanto a UPN del PP. Así lo confirmó ayer el presidente navarro, cuando reiteró que considera que el suyo es un partido «autónomo», aunque al mismo tiempo «es responsable y sabe cumplir sus compromisos».
«Compartimos criterios»
Por contra, el presidente del PP, Mariano Rajoy, eludió lógicamente entrar en ese debate sobre la autonomía o no de UPN, y decidió centrar sus declaraciones en el ámbito concreto de los presupuestos. Despachó su rueda de prensa con ambigüedades como que la prioridad actual es hacer frente a la crisis y que lo importante es «que haya presupuestos y que sean buenos».
El papel de «malo» por parte del PP ha sido jugado en los últimos días por otros altos dirigentes como Javier Arenas, Cristóbal Montoro o el navarro Jaime Ignacio del Burgo, que han desautorizado directamente las declaraciones de Miguel Sanz o le han acusado de someterse a un «chantaje» del PSOE.
Así las cosas, el debate sigue abierto para las próximas semanas. Sanz ya no amenaza al PP con que los dos diputados de UPN tomen una posición propia ante los presupuestos de Zapatero. Ayer fijó otra postura más moderada al indicar que si hubiera una «falta de coordinación, de criterio o de entendimiento» con el PP en este te- rreno UPN entendería que tiene «capacidad de votar en virtud de su interpretación conforme a la posición que considere más oportuna».
En cualquier caso, ambas partes recalcan que hasta ahora «nunca ha habido problemas» para cumplir el pacto de fusión, y que esperan que ocurra lo mismo en el futuro. «Compartimos los mismos criterios», indicó Sanz. Dijo también que «las cosas funcionan muy bien en el pacto», frase a la que correspondió Rajoy con otra similar: «El pacto goza de buena salud».
Amplio seguimiento
Todo ello fue escenificado en tres comparecencias a lo largo de la jornada, todas ellas con un gran seguimiento mediático. En primer lugar, Sanz recibió oficialmente a Rajoy en la sede del Gobierno navarro. Luego se reunieron en un hotel de Iruñea los máximos dirigentes de ambos partidos, dentro de la comisión de seguimiento del pacto PP-UPN. Y ya por la tarde, Rajoy intervino en unas jornadas organizadas por UPN.
Contrariamente a lo afirmado por muchos medios, la «cumbre» de ayer estaba prevista antes de que Sanz hiciera sus polémicas declaraciones, con las que sí logró condicionarla.
ACUERDO 2. «El presente pacto implica el respeto del PP a la plena personalidad jurídica de UPN y a su total soberanía en la toma de decisiones que afecten a la Comunidad Foral de Navarra. Asimismo, el PP se compromete a defender, en cuantas instituciones nacionales y supranacionales se encuentre representado, el criterio de UPN acerca de los derechos e intereses generales de la Comunidad Foral».
ACUERDO 3. «UPN prestará su total apoyo a la política y objetivos del PP en las instituciones nacionales y europeas. A tal efecto:
a) Los diputados y senadores de UPN se integrarán en los grupos parlamentarios del PP en las Cortes Generales, formando parte un representante de aquél en los respectivos consejos de dirección, como portavoz adjunto.
b) Los parlamentarios de UPN en las Cortes Generales darán su voto favorable al candidato a la Presidencia del Gobierno de la Nación que designe el PP».
ACUERDO 4. « Al objeto de que UPN pueda colaborar directamente en la formación de la voluntad del PP a la hora de definir su actuación política en los ámbitos nacional y europeo, un representante de aquél expresamente designado al efecto participará con voz y sin voto en las reuniones del Comité Ejecutivo Nacional del PP, sin que tenga estatutariamente la condición de miembro integrado en dicho órgano».
La «cumbre» reunió a las dos direcciones al completo. Por el PP estuvieron Rajoy, Sáenz de Santamaría, Mato y De Cospedal. UPN sentó en la mesa a Sanz junto a Barcina, Catalán y Cervera. La cita estaba prevista de antemano.
