Morris Gleitzman conquista boca a boca a los lectores con su historia de niños y nazis
Niños y nazis. Ése es el meollo de «El niño con el pijama de rayas» y de «Una vez». Una es de John Boyne, y la otra, de Morris Gleitzman. La primera ha vendido millones de ejemplares; la otra avanza boca a boca.GARA | MADRID
«No sé cuántas copias se han vendido, pero seguro que bastantes menos que los 3 millones de Boyne», bromeó Gleitzman en una entrevista con Efe recién llegado desde Australia a la sede de la Casa Sefarad-Israel de Madrid con motivo del lanzamiento en el estado español de la tercera edición de «Una vez» (Kailas).
Gleitzman (Londres, 1953) publicó su novela a finales de 2005 en Australia, donde vive desde que tenía 16 años, y en Inglaterra en febrero del año siguiente, el mismo mes que John Boyne sacaba «El niño con el pijama de rayas». «¿Por qué esta coincidencia en escribir sobre el Holocausto desde el punto de vista de unos niños?. No lo sé. Será porque está presente en nuestras mentes como un símbolo de muchas cosas y es un punto de encuentro metafórico. La verdad, me gustaría preguntarle a Boyne por qué escribió su libro», reconoce Gleitzman, que no conoce al irlandés pero tiene «muchas ganas».
En Australia, donde es muy conocido entre el público infantil, vende más entre los niños; en Gran Bretaña, «mitad y mitad», pero en el Estado español, el primer país no anglosajón donde se ha publicado, ya el pasado mes de mayo, sus lectores son casi todos adultos. «Estoy absolutamente encantado con que sea así», ríe el autor, que cree que en el Estado español se ha llegado a la tercera edición por la misma que en los otros mercados: el «boca a boca» que nace, según especula, de la emoción que produce en los adultos recuperar la conexión con su infancia.
«Una vez», al igual que «El niño con el pijama de rayas», es «muy actual», afirma, porque trata «sobre lo mejor y lo peor de lo que es capaz el ser humano. En un mundo como éste, lleno de conflictos, rabia y crueldad, las historias que exploran sobre lo mejor de nosotros salen al encuentro de las necesidades humanas». Una de las cosas más importantes que simboliza el Holocausto, reflexiona, es que los humanos «pueden inventar toda clase de historias para ocultar y ocultarse la verdad. Muchos nazis se contaban a sí mismos cuentos sobre los judíos que les hacían sentirse bien con el asesinato de millones de personas». El Holocausto, por tanto, le recuerda constantemente que hay que saber qué hay detrás de los «cuentos» y de quienes los difunden.
Su protagonista no para de contárselos. «Una vez me escapé de un orfanato para encontrar a papá y a mamá», empieza a narrar Félix, el niño polaco de 10 años que, allá por 1942, cree que sus padres, libreros judíos, le han dejado en un orfanato católico en las montañas hasta porque tienen «problemas» que resolver. Un día toma la decisión de irles a buscar. La novela sigue a Félix en su búsqueda y en el descubrimiento del dolor, la muerte y al demonio en forma de nazis, un desgarro que combate con su capacidad de fantasear.
La idea se le ocurrió al autor a partir de la heroicidad de un adulto: el médico judío polaco Janusz Korckaz, que murió con los 200 huérfanos a los que protegía de los nazis.
«Motín en la Bounty», la nueva novela de John Boyne, autor del superventas «El niño con el pijama de rayas», llegará a las librerías el próximo 23 de septiembre. Unos días antes, Boyne participará en en la presentación de la película «El niño con el pijama de rayas» en el Festival de Cine de Donostia. En su nueva novela, el joven escritor irlandés se centra en el motín más famoso de la historia para sumergir al lector en un complejo microcosmos donde el juego de la ambición, el poder, las jerarquías, la lealtad y el valor reflejan con inusitado realismo toda la miseria y la grandeza de la condición humana.
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