Menos marketing y más política
El marketing político es parte de las consideradas «ciencias blandas» y, por lo tanto, inexacta. Es decir, parece difícil prever con exactitud las consecuencias de una decisión tomada exclusivamente bajo parámetros de marketing electoral. Sin embargo, hay decisiones políticas que de antemano y a simple vista parecen y son malas, sin necesidad de recurrir a método científico alguno. La decisión del Gobierno de Lakua de prohibir la tradicional manifestación del día de traineras en Donostia a favor de los derechos de los presos era una de ellas. La actuación policial ha provocado los disturbios que se aducían para prohibir la marcha y miles de personas desarmadas han desbordado el cordón de poli- cías encapuchados y armados denunciando en voz alta la alarmante situación de los presos.
Las razones por las que esa decisión era mala desde un punto de vista democrático son obvias: están por un lado las razones genéricas, referidas a la libertad de expresión, reunión y manifestación, y están por otro lado las razones concretas, referidas a la dramática situación que viven los presos políticos vascos y a la segregación política a la que se somete a un importante sector de la sociedad vasca. Pero también desde el punto de vista del beneficio que los responsables del PNV pretendían sacar ayer el balance es nefasto. Ni se silenció la denuncia ni se amilanó al adversario, y la imagen que dejaron los cientos de ertzainas es salvaje.
El PNV, azuzado por el PSOE, pretende solventar su crisis de credibilidad con ejercicios de marketing como la campaña «Think Gaur Euskadi». Pero, vistas las imágenes que su policía integral dejó en Donostia, alguien debería pensar un poco más en el día de ayer y valorar en qué ayudó la actuación de ayer a nadie que no sea al fascismo y a sus multiples máscaras. No en vano, ya nadie piensa que una policía a cargo de Ares o Celaá vaya a ser más enérgica en la represión que la de Balza. Y tampoco nadie cree ya que los afiliados a ELA de esa policía pudieran tener una reacción más dócil ante este tipo de decisiones. Ayer, hoy y mañana es tiempo de menos marketing y más política.