Los atuneros que faenan en el Índico se refugian de los piratas en las Seychelles
Los constantes ataques e intentos de secuestro por parte de piratas somalíes en aguas internacionales del Océano Índico, como el sucedido el pasado sábado a un pesquero francés con lanzagranadas, ha provocado que la mayoría de los atuneros vascos que se encuentra faenando en la zona se dirijan a refugiarse al puerto de Victoria de las islas Seychelles. El amarre se produce en la mejor época de pesca y puede afectar al 30 ó 40% de las capturas totales del año.GARA |
Los 42 atuneros -en su mayoría vascos- y ocho barcos de soporte para estas naves que faenan en aguas del Índico decidieron ayer dirigirse al puerto de las islas Seychelles para «refugiarse» de los constantes ataques sufridos por parte de los piratas somalíes. Se espera que entre hoy y mañana queden atracadas todas las naves.
El intento de abordaje el pasado jueves del atunero Playa de Anzoras de Bermeo o del pesquero francés atacado el sábado por piratas que, al no poder abordarlo, dispararon con un lanzagranadas, constituyeron la gota que ha colmado el vaso y la mayoría de los atuneros decidió ayer, a modo de protesta, permanecer fondeada en el puerto de Victoria.
Según informaron desde un atunero de Bermeo que faena en la zona del Índico, nada más conocerse el ataque al pesquero francés Le Drennec, que pudo huir con tan sólo daños materiales, el resto de naves decidió volverse a puerto para denunciar la inseguridad en la que desarrollan su trabajo.
Tras estos ataques piratas, los atuneros vascos, españoles y franceses que faenan en el Índico, junto con los armadores y las empresas, mantuvieron conversaciones y acordaron, de forma «unánime», volver a puerto como medida de presión, a la espera de que las autoridades españolas y francesas se decidan a enviar algún tipo de dispositivo de vigilancia y protección de los atuneros y sus tripulaciones.
Todo este revuelo ha traído consigo otro problema añadido además de la propia seguridad de los pescadores. Y es que, se da la circunstancia de que los dos primeros meses de campaña de túnidos en el Índico han sido «nefastos», con unos precios del gasóleo «desorbitados» y unas capturas «ridículas». Por lo que, «las exigencias son máximas en este caso, no hay resultados y encima gastas un montón de dinero», explicaron desde el atunero vasco.
Hace tres semanas las capturas empezaron a ser como corresponde a esta época, la mejor para la pesca en el Índico y en la que se hace el «grueso» de las capturas del año. «Pero ahora nos encontramos con esto», lamentaron, para explicar que ninguna nave ha obtenido mejor pesca que el año anterior, la mayoría «un poco peor».
«De hecho, setiembre, octubre y noviembre son los tres mejores meses del año, y el hecho de que tengamos que ir a puerto nos puede llegar a afectar en un 30% ó 40% de todas las capturas del año», concluyeron.
Soluciones «inmediatas»
Desde que se conoció el intento de secuestro, con lanzagranadas, del atunero francés no se ha dado ningún otro tipo de intento de abordaje, ya que los barcos se alejaron a toda máquina de la zona para evitar ser capturados.
Por otra parte, los arrantzales sospechan que los piratas cuentan con varios barcos nodriza que transportan lanchas rápidas, por lo que «si son actos de piratería, no están protegidos por ningún organismo nacional», advirtieron.
A pesar de que la mayoría de los atuneros amarraron a puerto en el día de ayer, los tripulantes señalaron que deben ser los armadores, a través de la Asociación española de Armadores de Buques Atuneros Congeladores, los que se pongan en contacto con las autoridades pertinentes para exigir la necesaria protección. «Nosotros desde aquí poco podemos hacer», señalaron.
El Departamento de Pesca de Lakua, por su parte, exigió al Gobierno español que ponga en marcha «de inmediato» el dispositivo de seguridad que se comprometió a desplegar para proteger de los piratas a la flota pesquera comunitaria que faena en el Océano Índico.
Lakua denunció que los barcos vascos, que suponen un 60% de la flota comunitaria que faena en este momento en el Océano Índico, «no pueden ejercer su derecho al trabajo ante el grave peligro al que se ven sometidos, a pesar de pescar en aguas internacionales, muy lejos de las costas africanas».
Asimismo, reprochó al Gobierno de Rodríguez Zapatero que no haya puesto en marcha ninguna de las medidas solicitadas por Lakua y aprobadas por el Congreso, «incumpliendo su propia promesa y llevando al fracaso las iniciativas diplomáticas por la pretensión de liderar una fuerza multinacional sin poner por delante los efectivos necesarios».
El consejero de Pesca del Ejecutivo de Ibarretxe, Gonzalo Saénz de Samaniego, que hoy participará en la Conferencia Sectorial que se celebrará en Madrid, instará a la ministra Elena Espinosa a que «de inmediato ponga en marcha el dispositivo de seguridad que el Gobierno se comprometió a desplegar».
El estado de ánimo de los arrantzales es de «frustración e indignación», aunque se hallan «más tranquilos» al entrar en puerto. Pero, «aquí hasta que no ocurra una desgracia no se va a tomar ninguna determinación», lamentaron.