El Athletic sumó ayer en La Rosaleda su primer punto de la presente campaña. En un encuentro marcado por la decisión de Caparrós de dar la alternativa a Mikel Balenziaga y Ander Iturraspe, los rojiblancos tuvieron sus opciones en la segunda mitad, pero la totalidad del encuentro invita a calificar el empate de ayer como justo.

El de Zumarraga cumplió con creces en el lateral izquierdo. Casas se quedó en el banquillo y Koikili se tuvo que conformar con verlo por televisión, mientras que Iturraspe trató de aportar pausa y criterio al juego rojiblanco. El vizcaino, por su parte, tiene pinta de ser un jugador importante en un futuro no excesivamente lejano, pero la paciencia ha de ser la herramienta sobre la que se asiente su progresión. El jugador es consciente de ello y eso es un punto muy importante a su favor.

Sobre un césped en unas pésimas condiciones, la primera mitad fue de color blanquiazul. Sin gozar de un dominio agobiante, los de Tapia lograron generar ocasiones de peligro. La más clara, un fuerte disparo de Baha que detuvo muy bien Iraizoz. El Athletic, en cambio, apenas inquietaba y no aguantaba demasiado la posesión del balón, y la noticia más reseñable para su entorno era el conocer que Aritz Aduriz se había estrenado como goleador en Mallorca.

La primera ocasión para los rojiblancos llegó a la media hora con un acrobático remate de Fran Yeste que fue despejado por Arnau a córner. Tras la misma, los de Caparrós intentaron tener más la pelota con Ander Iturraspe y el propio Yeste como principales organizadores del juego del conjunto vizcaino.

El Málaga, un equipo con poco gol y que dependerá mucho del acierto del luso Duda en las jugadas a balón parado, tenía sus mayores amenazas en Baha y Luque. El catalán dista mucho de ser el jugador de antaño, además, aún le queda mucho que mejorar en lo físico, pero todavía puede ser capaz de dar algún disgusto. Así lo hizo poco antes del descanso con zurdazo que se marchó fuera por poco.

En la reanudación el choque cambió. El Athletic salió mucho más intenso, gozó de mayor posesión de balón y comenzó a acercarse a la portería de Arnau con mayor frecuencia. Javi Martínez gozó de la mejor ocasión después de una bonita jugada de estrategia en la que también intervinieron Yeste y Susaeta. Una lástima que el tiro del de Aiegi saliese alto, ya que el tanto hubiera dado una importante dosis de calma al equipo.

Molestias y cambio de sistema

Iraola, Fran Yeste o Iturraspe lo probaron también, pero sus intentos no fructificaron. En el caso del más joven, su lanzamiento le provocó unos pequeños calambres que obligaron a su sustitución. Caparrós introdujo a Ion Vélez y apostó por jugar con dos puntas, situando a Yeste como pivote. Sin embargo, la apuesta no funcionó y el Athletic en vez de crear mayor peligro, volvió a ceder la pelota.

Los locales lo probaron de nuevo, sobre todo con Duda a balón parado, pero los rojiblancos estuvieron muy serios en defensa y solucionaron dichos lances sin mayores problemas. Tapia buscó mayor profundidad con Adrián, pero el único intento serio fue un tiro lejano de Eliseu en tiempo de descuento. Segundos antes, Caparrós había dado por bueno el empate sacando Gabilondo y Gurpegi.

A tenor de lo visto, pese a que el inicio de la segunda parte fue alentador, el de Utrera no hizo una mala lectura de la situación. Sobre todo, teniendo en cuenta que el precedente más cercano estaba en la derrota ante el Almería. Ayer, al menos, se sumó un punto y el equipo mantuvo su portería a cero.