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«Todavía no hemos ni comenzado, esto es el comienzo del comienzo»

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Juanma Lillo

Entrenador de la Real Sociedad

Entiende que para poder hablar de un buen comienzo hay que esperar hasta la décima jornada, aunque se muestra satisfecho con el inicio de su equipo. Destaca que sus jugadores creen en un estilo de juego que pone por encima de debates sobre el sistema y una pretemporada en la que ha preferido no trabajar la preparación física como se hace convencionalmente. Agradece que su apuesta cale entre el público.

Joseba ITURRIA |

El entrenador tolosarra atiende a GARA mientras ve vídeos del Hércules y de su equipo en un día de descanso antes de volver hoy a los entrenamientos en Zubieta.

¿Esperaba este comienzo?

Hemos empezado como terminé con ellos. Tengo un grato recuerdo de mis once semanas y seguimos esa línea con una pretemporada de por medio y una posibilidad de apostar por una idea que pueda ayudarnos a lograr el objetivo. Aún no hemos ni comenzado, es el comienzo del comienzo. Dentro de siete jornadas podemos hablar de un comienzo. Ahora podemos empezar a no ganar y armarla, lo que nadie deseamos. Haremos lo indecible para que no sea así.

¿Resulta difícil que el equipo se concentre en lo futbolístico?

Los últimos años de la Real no han sido el caldo de cultivo más grato para centrarse en lo futbolístico y para que haya tranquilidad y los jugadores acometan cada partido preocupándose sólo del fútbol. La situación en la que estamos no es por lo de ahora, viene de donde viene. Ha habido un descenso que condiciona el estado de ánimo de Gipuzkoa, un no ascenso de forma cruenta, porque aquellos dos minutos fueron muy crueles... Ahora se suceden cosas como consecuencia de aquello, como la Ley Concursal, aguantar toda una pretemporada con pocos jugadores del primer equipo, que lleguen dos el último día. No es lo mejor, pero lucharemos también contra eso, lo que importa es la Real y nada más. A ver si logramos que la gente se sienta orgullosa de nosotros.

¿Qué piensa cuando se le considera clave en conseguir que el equipo se aísle de todo eso?

Me alegra que se vea así, pero los que mejor pueden hablar son los chavales. Es feo hablar de uno mismo, pero lo que he hecho y puedo hacer parte de mis sentimientos, más que de mis pensamientos. Si alguien quiere a la Real debe dejar intereses particulares y ponerse manos a la obra. Para ayudar hay sitio y tiempo.

Al margen de los resultados, hay satisfacción por el juego...

A ver si somos capaces de convertir esto en un hábito, que sepamos qué podemos esperar de nuestro equipo, que tenga una regularidad de intenciones, un estilo definido construido para sacar el máximo provecho de los jugadores que tenemos, con el objetivo fundamental de ser eficaces. Los jugadores ya creen en algo a muerte, creían en las once jornadas del año pasado, pero entonces pensábamos sólo en ganar, sólo perdimos en dos minutos en once partidos. Ahora también debemos ganar, pero tenemos una estructura fundamentada en la pretemporada. Si además enganchamos a la gente, encantados de que esté como el sábado o como en la Copa, que veía que condicionaba al árbitro, a los rivales y a mis jugadores. Eso no lo sentí en las once jornadas del año anterior, con algún pitido para algún jugador que condiciona en la otra dirección. Sentir que ahora condiciona a favor gusta.

Y con ocho jugadores de la cantera en las alineaciones...

Es nuestra singularidad, no miro eso al hacer el equipo porque iría contra la identidad. Los jugadores no se hacen un hueco por algo tan circunstancial como nacer en un sitio. Toda la vida ha sido muy difícil llegar al primer equipo, se ponían todas las condiciones y tras el esfuerzo debe llegar el premio. Es muy importante nuestra identidad y singularidad. En eso llevamos ventaja a otros equipos, aunque a los jóvenes es les exige ascender. No es lo ideal para construir con jóvenes, pero es lo que hay.

¿Va a seguir Zubikarai titular?

Eñaut sabe donde está y lo que debe hacer. Es un chico más preparado de lo que la gente se puede creer, con la cabeza muy bien amueblada. Y que ahora no se cuelgue la gente medallas. Cayeron palos porque no estaba Asier, pero confiábamos en Eñaut y con Toño y Urtzi tenemos otros porteros de altísimo nivel en el Sanse y la Real tiene al mejor entrenador de porteros que he encontrado en mi camino. Él interviene en las decisiones del portero, no sólo yo. Además, los porteros están muy identificados con él, le miran después de cada acción, el que debe colgarse medallas en todo caso es Xabi Manzisidor.

Ha prescindido de una preparación física convencional y el equipo ha comenzado con chispa, ¿se puede acusar eso más adelante?

No contemplo el juego como algo fracturado. Le damos gran importancia a la estructura condicional o preparación física, pero queremos preparar al futbolista para que juegue mejor, no para que corra más, aunque hay que correr para jugar bien. Lo que hacemos no se nos ha ocurrido, hay una fundamentación técnica y científica mayor que la otra forma que ya he manejado. He seguido muchos años en esa dirección, pero me parece equivocado. Esta forma se acerca más a los intereses del juego y del jugador. En verano acaban más cansados porque junto al esfuerzo en el plano condicional, hay una exigencia cognitiva, socioafectiva y creativa y eso cansa mucho más que cuando haces algo lineal exclusivamente en la línea condicional. Decir que en enero se puede acusar es de un ventajismo terrible. Si no estamos así no será por la parcela condicional. Igual estamos bien ahí y mal en otras. El estado de ánimo con el que un jugador afronta la competición es mucho más importante.

¿También es sorprendente que no se haya insistido más en el verano en el sistema del final de Liga anterior y del inicio de éste?

Nosotros hablamos de estilos e ideas. De sistemas sólo habláis vosotros. Que el reparto espacial sea en una dirección u otra depende del rival y de cómo esperamos el partido. Lo importante no son las colocaciones, sino los desarrollos y la idea que hay debajo, los conceptos que manejamos con y sin balón. La posición de base determina alguna cosa, no más. No se puede centrar en eso. Es como si pasas seis horas preparando un pastel de cinco pisos y te evalúan por la guinda. Es para suicidarse.

El domingo se enfrentan los dos primeros en Alicante...

No le doy mayor importancia, pero sí entiendo que el Hércules es un equipo de los llamados junto con Tenerife, Murcia o Zaragoza a estar arriba y sería muy buen golpe para nosotros ganar con solvencia. Tenemos que ir con el deseo fuerte de ganar, no vale con pensar que tienen un equipazo y que el empate está bien.

 
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