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«Los empresarios se aprovechan de la crisis», denuncia Casado (UGT)

Dámaso Casado, líder sindical de UGT Euskadi, afirmó ayer que los empresarios «se están aprovechando de la alarma mediática sobre la crisis» para no renovar contratos ni atender las demandas salariales de los trabajadores. Para él, en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa «no se ha manifestado la crisis todavía». Reconoció que todavía no han logrado que todos los salarios que se negocian superen la barrera de los 1.000 euros y lamentó el mantenimiento de la precariedad.

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El secretario general de la UGT Euskadi, Dámaso Casado, afirmó ayer que los empresarios vascos «se están aprovechando» de la «alarma mediática» generada sobre una crisis económica que todavía no se ha manifestado en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa.

«No hay datos de que hoy haya empresas en crisis en Euskadi», aseveró Casado, quien subrayó la necesidad de hacer frente al discurso, en su opinión, «excesivamente pesimista que se está imponiendo».

El dirigente sindical explicó que la situación está siendo aprovechada por los empresarios para, «por si acaso», no renovar contratos temporales, a pesar de que «no está justificado» por la situación económica.

Casado resaltó que estas medidas sí tendrán efectos económicos negativos, no sólo en el incremento de gastos que supondrán para el INEM, sino, también, en el descenso del consumo y de la producción.

El secretario general de UGT Euskadi presidió ayer en Bilbo un «taller sobre negociación» organizado por el sindicato para formar a sus representantes. En un receso para comparecer ante los medios de comunicación, señaló que, ante la situación actual, los sindicatos vascos deben abrir una reflexión sobre cómo puede afectar a los trabajadores la falta de unidad sindical. Reconoció, sin embargo, que, a la vista de las ponencias de los sindicatos que tienen abiertos procesos congresuales, como ELA y CCOO, «no tengo demasiadas esperanzas de que esto vaya a cambiar demasiado».

Casado estuvo acompañado por la secretaria de Acción Sindical de la central, Pilar Collantes, que presentó un balance de la negociación colectiva en Araaba, Bizkaia y Gipuzkoa. Con datos de agosto pasado no oficiales, Collantes indicó que el 68,08% de los trabajadores vascos ha renovado su convenio, una tasa que es un 27% superior superior a la registrada un año antes. En cuanto al reflejo económico de la negociación colectiva, el líder sindical de UGT Euskadi explicó que el salario mínimo negociado ha pasado de 800 euros a 925 euros, aunque no se ha conseguido alcanzar los 1.000 euros al mes como era el objetivo sindical. «Estamos en línea con el objetivo planteado por el sindicato de que «no haya ningún trabajador por debajo de los 1.000 euros». Sin embargo, reconoció Casado, que no se ha avanzado en la estabilidad laboral, de lo que ha culpado «a la falta de unidad sindical», aunque fue UGT y CCOO quienes firmaron con la patronal y el Gobierno español la reforma que iba a reducir la temporalidad de forma notable. No se ha producido esa reducción vertiginosa y, en cambio, los empresarios sí que se beneficiaron de importantes ayudas económicas para mantener, al final, la contratación temporal.

En cuanto al incremento salarial, la media firmada de los convenios ha alcanzado el 4,50% y UGT Euskadi espera que en 2009 se supere ese porcentaje, dado que en este momento se encuentra por debajo de la inflación. «Desde UGT no vamos a consentir que se trate de rebajar los derechos de los trabajadores ni que haya merma en los derechos sociales», precisó.

La inflación perjudica a quienes están bajo el umbral de la pobreza

Diferentes estudios confirman que la inflación, que se encuentra en el 4,9% en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa y del 4,7% en Nafarroa, está perjudicando a quienes perciben salarios por debajo del umbral de la pobreza, que la plataforma contra la exclusión social Elkartzen lo sitúa en 1.030 euros mensuales en Euskal Herria.

Según los datos de las tres haciendas forales de la CAV, en 2005, que son los últimos datos hechos públicos, existían más de 461.926 contribuyentes, el 45% del total, que declararon una renta inferior al umbral de la pobreza. Los precios de alimentos y bebidas no alcohólicas y vivienda, aguas, electricidad y gas son los que crecieron por encima de la media de la inflación, en concreto un 6,8% en el primero grupo y un 7,9% en el segundo grupo. Sólo los alimentos básicos como las legumbres, el arroz, el pan, el aceite, la leche, la pasta alimenticia, entre otros, han aumentado en un año un 9,23%. Son, sin embargo, los productos más necesarios para subsistir y poder llevar una alimentación más o menos adecuada y son los que más consumen quienes menos ingresos tienen. El salario mínimo interprofesional (SMI) del Estado español no supera ese umbral y, por lo tanto, la elevada inflación está agravando la situación de aquellas personas que menos tienen. En 2009, según los datos que el Gobierno español ha adelantado, el SMI no aumentará de media por encima del 5%, por lo que será muy difícil soportar ese ritmo inflacionista de la economía que, aunque parece que ha frenado su marcha, en los productos básicos mantiene incrementos altos. GARA

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